Nusa Dua (Indonesia), 16 nov (EFE).- Los líderes del G20 se comprometieron este miércoles en una declaración conjunta a «tomar medidas urgentes para salvar vidas, prevenir el hambre y la malnutrición», con el foco en los países más vulnerables, y urgieron a una transformación hacia una agricultura sostenible.
«Nos comprometemos con proteger a los más vulnerables frente al hambre utilizando todas las herramientas disponibles para gestionar la crisis alimentaria», reza el texto, que forma parte de una declaración de diecisiete páginas aprobada por los líderes del G20 al término de la cumbre que concluye este miércoles en Bali.
En la misma, con 52 puntos referidos a distintos temas, hubo varios destinados a seguridad alimentaria, una de las máximas preocupaciones del grupo de las 20 principales potencias del mundo, que llegaron a un acuerdo, en contra de lo esperado, en el que la mayoría de los miembros condena la guerra de Ucrania.
El grupo se compromete a «tomar acciones coordinadas para hacer frente a los retos de seguridad alimentaria, incluyendo la subida de los precios y el déficit global de materias primas y fertilizantes», si bien no aporta todavía ninguna medida concreta.
De hecho, una de las posibilidades contempladas, que era que se acordara en Bali la extensión del acuerdo adoptado en julio para dar salida a cereales y fertilizantes rusos y ucranianos, que expira el 19 de noviembre, no se materializó.
El comunicado se limita a subrayar la «importancia de su continua implementación por parte de todas las partes relevantes».
En este sentido, poco antes de que se divulgara la declaración conjunta final, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, que forma parte de la coordinación y supervisión del acuerdo, aseguró en una rueda de prensa que «Putin me dio luz verde para renovarlo».
«Hemos mantenido discusiones y, por ahora, soy de la opinión de que continuarán y que, cuando vuelva, hablaré con Putin y con otros interlocutores», dijo hoy el líder turco, sin dar detalles sobre cuándo tendrá lugar esa extensión.
El acuerdo de exportación de cereales fue firmado en julio y, aunque fue suspendido por Rusia en octubre brevemente por un ataque ucraniano en la península de Crimea, fue retomado poco después y en principio expirará el 19 de noviembre.
Unos 10 millones de toneladas de cereales y otros alimentos procedentes de Ucrania y Rusia han sido exportados ya mediante el acuerdo del grano o la Iniciativa de Cereales del mar Negro, según señaló la semana pasada la ONU.
Naciones Unidas ha alertado de que el mundo se enfrenta a una crisis alimentaria mundial «sin precedentes» y puede que 2022 sea un año en que el vuelva a alcanzarse un récord en el número de personas que pasan hambre.
El número de personas con hambre o desnutrición severa ha aumentado el 22 por ciento en lo que va de año, hasta los 345 millones, debido a la crisis climática, los conflictos y las dificultades económicas, según cifras del Programa Mundial de Alimentos (PMA).