Fermín Cabanillas
Sevilla, 25 nov (EFE).- Pasión Vega ha estrenado este viernes «Lorca sonoro», un disco con textos del poeta granadino y colaboraciones como la del actor Carmelo Gómez, lo que considera «un privilegio y un regalo», según explica en una entrevista con EFE para valorar este trabajo «hecho a fuego lento».
No es un disco cualquiera por muchas razones, entre otras, y quizá la más llamativa, porque para sacarlo adelante se ha rodeado de «colaboradores de lujo», como Rozalén, en «Tu amor me duele el aire»; Elvira Sastre, en «Romance de la pena negra”; Carmelo Gómez, en «Gacela de la muerte oscura» o Juan José Téllez en «Ojos Verdes» y «Romance sonámbulo».
«Hacer algo así es el privilegio y el regalo del momento en el que me encuentro ahora mismo», subraya la cantante nacida en Madrid y criada en Málaga, que dedica muchas palabras de agradecimiento hacia «todo el equipo que tengo alrededor, que me permite soñar con un disco como este, con tanta profundidad y contenido”.
Se trata, dice, de una colección de canciones «para que vayan calando poco a poco, a fuego lento», que afrontó con una forma original de grabar en directo y en estudio al mismo tiempo, «pero para llegar a ese momento hubo que trabajar mucho previamente, para darle forma a todos los detalles», algo que -afirma- marca la diferencia con los últimos trabajos «y con lo que llevo haciendo a lo largo de mi carrera».
Con la emoción de tener una «criatura» recién nacida en forma de poemas cantados, Pasión Vega asegura que embarcarse en este proyecto era un homenaje «a la poesía de alguien que es una figura incontestable en la cultura del siglo XX y un referente incluso del siglo XXI al que siempre he estado muy vinculada», ya que en más de una ocasión ha interpretado en sus recitales sus canciones populares.
Con esa base, hace tres años recibió el encargo personal de hacerle un homenaje a Lorca, proyecto que la llevó incluso a la Huerta de San Vicente, en Granada, donde Federico escribió algunas de sus más importantes obras entre 1926 y 1936. «Ahí empecé a profundizar en las temáticas, en canciones que no había hecho hasta el momento y me di cuenta de que el misterio era muy grande» y que había «mucho que trabajar» para hacer lo que ya rondaba por su mente.
La cantante tenía ya algo de experiencia de contacto con el poeta cuando estudió arte dramático, pero «siempre hay una parte de la historia de Federico que descubres cuando empiezas a tirar del hilo y salen cosas», explica.
Tras mucho estudiar el formato con el que trabajaría decidió «profundizar en todo esto y estudiar los mensajes que lanza a través de metáforas que parecen imposible y son muy reales». A partir de ahí se inició un proceso largo, que fue trabajando mientras hacía la gira, en los descansos de fines de semana, en los viajes (…) hasta que finalmente conseguimos darle forma a lo que hemos logrado».
En ese recorrido le fueron pasando por la cabeza las colaboraciones que podría tener, «y todas las personas a las que llamé me dijeron que sí», lo que le permitió rodearse de gente «que quiero mucho, admiro su trabajo y su forma de estar en la profesión», como Rozalén, «una gran lectora de poesía, sabía que le encantaría participar en algo así».
Con la ayuda de Juan José Téllez para pulir el disco al máximo, la voz de Elvira Sastre, «una poeta de la nueva generación que ha puesto de nuevo la poesía de moda», y un trabajo perfecto de estudio, salió a la luz un disco que supone «todo un viaje por los sentidos», que pone en valor «la figura de uno de los mayores poetas de nuestra historia».