Madrid, 6 dic (EFE).- El culebrón del fichaje de Facundo Campazzo por el Real Madrid lleva dando giros en el guión desde que acabó la temporada pasada y ahora podría llegar a su fin o alargarse todavía más, dependiendo de cómo se resuelva la cuadratura del círculo del caso.
Deportivamente hablando, el Real Madrid quiere a Campazzo y el base argentino a su exequipo. Eso parece claro por ambas partes, aunque también habría problemas de roles en el equipo de Chus Mateo que debería encajar a Facu en detrimento de unas dinámicas que parecen comenzar a funcionar tras un inicio de temporada un tanto titubeante.
Pero el problema no es deportivo, sino económico. Facu salió del Madrid, de aquella manera, en noviembre de 2020. Más allá de dejar el equipo con la temporada iniciada para firmar con Denver Nuggets y cumplir su sueño NBA, tuvo que asumir una indemnización de 6 millones de euros como estipulaba su último contrato de renovación con el Real Madrid.
De esos 6 ‘kilos’ todavía le faltan por pagar 2,6 y los agentes del argentino nacionalizado español desean que esa deuda se condone con su regreso, algo a lo que el club no está dispuesto bajo ningún concepto.
El Madrid le ofreció al base el pasado verano un contrato de 1,6 millones de euros por temporada y no parece que vayan a cambiar la oferta.
La tercera pata del banco es Hacienda. España tiene una fiscalidad en torno al 45 por ciento para las cantidades de las que estamos hablando. Prácticamente el doble que la existente en otros países como Turquía o Italia (Fenerbahce y Milán se rumoreó que están interesados, aunque ahora parece que se desmarcan).
El Madrid podría ofrecer a Campazzo, que en marzo cumplirá 32 años, un contrato multianual y suavizar en parte la deuda, pero para el jugador sería más interesante firmar por otro equipo lo que resta de temporada porque se ahorraría dinero en impuestos y caso de llegar en la temporada 2023-24 también tributaría con un diferencial menor al haber cobrado más de cinco mensualidades en el extranjero en la 2022-23.
El tiempo y las posibles ofertas europeas también están sobre el tapete de las negociaciones, con el Real Madrid siempre teniendo la opción de igualar la oferta que reciba el jugador.
Así las cosas, el club madridista parece esperar pacientemente a que las circunstancias vayan acercando al jugador, si no se concreta ninguna oferta europea, y a que se resuelva la cuadratura del círculo.
Ricardo Molinelli