Felipe VI pide que los países africanos ayuden a lograr la paz en Ucrania

El rey de España, Felipe VI (2i), y la presidenta de la Asamblea Nacional de Angola, Carolina Cerqueira (2i), durante un acto celebrado en el hemiciclo, en Luanda, Angola. EFE/Luis Tejido

Luanda, 8 feb (EFE).- El rey de España hizo un llamamiento este miércoles a los países africanos a rechazar la guerra “injustificada” en Ucrania y a “trabajar juntos” para preservar la paz, proteger el orden internacional y hacer que se respete la soberanía y la integridad de todos los Estados.

El rey de España, Felipe VI, y la reina, Letizia, antes de su encuentro con la presidenta de la Asamblea Nacional, Carolina Cerqueira. EFE/Luis Tejido

Felipe VI apeló a los países amigos a preservar el orden internacional en el discurso que pronunció en Luanda ante el plenario de la Asamblea Nacional de Angola como colofón a su visita de Estado junto a la reina Letizia, la primera que han protagonizado a África Subsahariana.

Danzas tradicionales antes del encuentro del rey de España, Felipe VI, con la presidenta de la Asamblea Nacional, Carolina Cerqueira. EFE/Luis Tejido

“Esta guerra, absolutamente injustificada, afecta gravemente a todos los continentes, por lo que debemos unir esfuerzos para defender los principios básicos del derecho internacional y la Carta de Naciones Unidas”, proclamó Felipe VI en el hemiciclo ante la presidenta de la Asamblea, Carolina Cerqueira, los 220 parlamentarios angoleños, quienes le recibieron y despidieron con una ovación.

Para el monarca, el conflicto bélico desatado por Rusia hace un año ha reafirmado la necesidad de trabajar juntos por la preservación de la paz y la seguridad mundiales, porque “sin ellas, ningún esfuerzo, ni proyecto, puede tener éxito”.

Añadió que la guerra de Ucrania está provocando un grave impacto a nivel mundial y, en particular, en África, debido a la crisis alimentaria que ha agravado la ya complicada situación humanitaria del continente.

Por ello, insistió en que “hoy más que nunca, los países amigos tienen que preservar un orden internacional justo basado en reglas que tenga como piedra angular el respeto a la soberanía nacional y la integridad territorial de todos los Estados”.

África es una de las regiones donde Rusia ha tratado de ganar influencia geopolítica en los últimos años.

En el caso de Angola, mantiene una buena relación desde el apoyo soviético que recibió tras la independencia de Portugal en 1975, si bien su presidente, João Lourenço, ha instado al líder ruso, Vladimir Putin, a poner fin la guerra en Ucrania.

Felipe VI recordó que África también sufre graves conflictos a causa del terrorismo, el crimen organizado y las emergencias humanitarias que amenazan la estabilidad y el desarrollo de regiones como el Sahel, los Grandes Lagos o el Cuerno de África, si bien apostilló que el cese de hostilidades en Etiopía “abre una ventana de esperanza”.

Con su cooperación en distintos ámbitos, el rey enfatizó que España “está comprometida con la seguridad, la estabilidad y el progreso” de estas regiones, como también con la lucha contra la piratería marítima en las costas africanas.

En el caso de Angola, el monarca reconoció, en portugués, el empeño de Lourenço por contribuir a la estabilidad del continente por su mediación en algunos de esos conflictos.

Como en sus otras intervenciones durante su estancia en Luanda, el monarca resaltó que Angola es un país prioritario para España por su estabilidad política y social, por sus recursos y buenas perspectivas económicas y por su activa diplomacia regional y multilateral.

“Hoy en día, Angola es una tierra de oportunidades”, manifestó el rey ante la Asamblea, donde 124 diputados pertenecen la MPLA, el partido gobernante, vencedor de las elecciones del pasado mes de agosto, en las que Lourenço fue reelegido para un segundo mandato.

Felipe VI reafirmó el deseo compartido de que España y Angola sean “socios y referentes en sus respectivos espacios continentales”.

A su llegada a la Asamblea Nacional, un imponente edificio coronado con una gran cúpula, los reyes fueron recibidos por bailarines ataviados con trajes tribales que interpretaron una danza típica angoleña.

Desde el parlamento, don Felipe y doña Letizia se trasladaron al Palacio Presidencial para ser despedidos por Lourenço y su esposa, Ana Afonso Dias.

Carlos Pérez Gil