Lima, 27 abr (EFE).- El ministro peruano del Interior, Vicente Romero, confirmó este jueves que están enviando 390 agentes de la Policía Nacional y un contingente de las fuerzas armadas a partir del viernes para controlar la situación en la frontera, ante la presencia de un grupo de extranjeros que quieren ingresar al país en forma irregular.
Romero llegó la noche del jueves al complejo Santa Rosa, ubicado en la región Tacna, fronteriza con Chile, para verificar los servicios en ese puesto limítrofe y a supervisar «los problemas que tenemos sobre la crisis migratoria», según declaró a los periodistas en el lugar.
El ministro confirmó que 200 policías llegaron durante la jornada a Tacna para reforzar la seguridad en la frontera, pero que ese número de agentes se elevará a 390 en las próximas horas.
«Se está trabajado con nuestros pares (de Chile) para ver cómo se hace un corredor humanitario», pues entre los extranjeros varados en la frontera hay niños y ancianos, y no se puede «tomar una decisión tan rápido», informó Romero.
«Tenemos que asistir humanitariamente a estas personas», puntualizó Romero, mientras visitaba el lugar acompañado por los jefes policiales en la zona.
El ministro aseguró que este viernes los servicios de las fuerzas armadas «estarán apoyando a la Policía Nacional a primera hora», en cumplimiento del estado de emergencia decretado por el Ejecutivo para mantener el orden interno en la frontera.
Romero insistió en que la actual crisis migratoria tiene un componente humanitario y también otro referido a la seguridad ciudadana en las regiones más expuestas a estos ingresos irregulares de extranjeros.
Esta mañana, en esta zona fronteriza se registraron algunos enfrentamientos, tras los cuales un grupo de migrantes burló el cordón policial y se lanzó a cruzar en medio del árido desierto, si bien muchos de ellos fueron interceptados y devueltos.
A raíz de ese incidente, el Ministerio de Relaciones Exteriores convocó al embajador de Chile en Perú para expresarle «su protesta por la falta de colaboración mostrada por las autoridades policiales chilenas, la cual ha generado los acontecimientos producidos hoy».
Asimismo, la Cancillería chilena convocó al embajador de Perú en Chile para reunirse con la subsecretaria de Relaciones Exteriores, Gloria de la Fuente, con el fin de pedirle explicaciones por las declaraciones que hubo de autoridades locales de Tacna respecto a su país y a su presidente, según señaló la ministra del Interior chilena, Carolina Tohá.
En dicho encuentro, agregó la secretaria de Estado, «también se le informará que Chile presentará una nota diplomática de protesta».
Durante esta tarde, el alcalde de Tacna, Pascual Güisa, se refirió al presidente chileno como un «inombrable e irresponsable», señalando que su administración «está trasladando el problema (migratorio) a la frontera».
Estos incidentes ocurrieron en el primer día del estado de emergencia decretado por el Gobierno peruano en Tacna y en todo el resto de distritos y provincias de los departamentos fronterizos con Ecuador, Colombia, Brasil y Chile.
La medida busca incrementar el «control de los ciudadanos extranjeros» en el país, tal como anuncio un día antes la presidenta Dina Boluarte.