La cabeza decapitada no apareció hasta tiempo después… y por sorpresa
Cuenta la leyenda que en la Calle de la Cabeza, ubicada junto a la plaza de Tirso de Molina, se encontraba la casa de un rico sacerdote. El clérigo tenía un criado que, con la intención de robarle, le decapitó. Una vez muerto su amo, el criado huyó a Portugal. El crimen quedó sin resolver y la cabeza del sacerdote no apareció. Pero esto no es todo.
Años después, el criado, ahora convertido en caballero, volvió al lugar del crimen. Con parte del dinero que le había robado a su amo, compró en El Rastro de Madrid una cabeza de carnero para cenar. La metió debajo de su capa y echó a andar. El problema fue que iba dejando un rastro de sangre tras él. Un alguacil, al ver este reguero, le paró y le preguntó qué era lo que llevaba bajo la capa. A esto, el criado respondió que era una cabeza de carnero. Al apartar su capa, no fue la cabeza del carnero lo que apareció…sino una cabeza humana. ¡Era la cabeza del sacerdote! Ante este giro de los acontecimientos, el criado no tuvo más remedio que confesar su crimen y, por orden de Felipe III, fue ahorcado en plena Plaza Mayor.
Se cuenta que, para que este suceso no se volviera a repetir, Felipe III ordenó esculpir un azulejo con una imagen espeluznante: una cabeza decapitada encima de un plato, una espada y un carnero degollado que sangra abundantemente. El nombre de la Calle de la Cabeza está grabado en el «original» azulejo.
Pero aún hay más. Resulta que Mesonero Romanos, gran cronista madrileño, cuenta que en el número 16 de esta calle estuvo desde el siglo XVIII la cárcel de la Inquisición. Esta era conocida como cárcel de la Corona. Aquí se torturaba a los herejes de la Iglesia y hogar de sucesos terribles.
El 4 de mayo de 1821, el populacho entró en la cárcel para linchar a Matías Vinuesa, cura de Tamajón acusado de participar en una conjura contrarrevolucionaria
La cárcel es hoy en día un centro de mayores que se puede visitar pidiendo permiso. Interesante si quieres ver las antiguas instalaciones donde los reos sufrían. Quién sabe si no se oirán sus lamentos.
Cómo llegar a la Calle de la Cabeza:
- Línea 1 de Metro hasta Antón Martín
- Línea 3 de Metro hasta Lavapiés
La próxima semana, La Calle del Hospital o del Niño Perdido, una historia de las que ponen los pelos de punta.