Madrid, 6 jun (EFE).- La Comisión Europea insta a estar muy «alerta y preparados» en España ante el riesgo de incendios este verano por «anomalías» en las lluvias, sequía y unos datos que confirman ya más fuegos este año de lo normal y un problema que es «multifactorial» y no se limita sólo al Mediterráneo, sino que afecta a toda Europa.
Así lo ha explicado este martes Borja Miguélez, jefe adjunto de unidad del Centro de Coordinación de la Respuesta a Emergencias de la Dirección General de Protección Civil y Ayuda Humanitaria de la Comisión Europea.
En una rueda de prensa virtual, ha considerado que «algo está cambiando» en relación con la propagación de los incendios, que se están extendiendo también por la Europa septentrional y con «una dimensión ecológica asimismo importante».
Más allá de las pérdidas en vidas humanas, viviendas y medios económicos que provocan los incendios, tienen asimismo impacto sobre la biodiversidad y el patrimonio natural, con una gran emisión de CO2 a la atmósfera, según el responsable de la Comisión Europea.
Ha recordado, como se informó hace unos días, que para responder con mayor eficacia a los incendios la Unión Europea (UE) ha doblado su capacidad para hacer frente de forma conjunta a la temporada de incendios este verano.
En el caso de España se incluye en este contexto una subvención de 100 millones de euros para la compra de dos aviones anfibios que estarán disponibles como reserva estratégica de la Unión.
De los poco más de una docena de aparatos en 2022, el año con la mayor sequía de la UE desde que existen registros y la segunda peor temporada de incendios forestales de su historia, tras la de 2000, el club comunitario contará ahora con 28 vehículos en su reserva estratégica conjunta RescUE: 10 aviones anfibios medianos, 14 ligeros y 4 helicópteros medianos.
RescUE es un mecanismo de solidaridad que cofinancia la Comisión Europea y que funciona como el último recurso que activan los Estados miembros cuando se ven superados por una calamidad que no pueden afrontar con medios nacionales, aunque está abierto a peticiones de todos los países del mundo y se ha utilizado tanto en incendios en Chile como en terremotos en Siria.
El motivo de este incremento de la capacidad europea busca contrarrestar unos incendios cada vez más virulentos y extensos como los del año pasado, que muchas veces impide a los países cooperar entre ellos porque tienen que centrar sus recursos en luchar dentro de sus propias fronteras, según Miguélez.
Ha añadido que se está viendo que la temporada de incendios forestales en España ha empezado de forma «particularmente intensa» este año. «Ha habido ya muchos fuegos», ha advertido.
Aunque a finales del invierno son normales algunos incendios como consecuencia de prácticas agroforestales, ha advertido de que este año el impacto está siendo mayor y más extenso de lo habitual.
Pese a las lluvias de las últimas semanas, Miguélez ha explicado que el 2023 ha arrancado con mucha falta de precipitación particularmente en España, con falta de agua y humedad que son «factores fundamentales» de incremento del riesgo de incendios.
Por ello, «tenemos que estar realmente muy alerta este año; espero que no sea peor que el anterior, pero todo indica que habrá que permanecer muy alerta y preparados».
Las anomalías en las precipitaciones, la sequía y la falta de humedad en suelos «multiplican cada vez más los incendios, que solo pueden empeorar el entorno para que sea más frágil al fuego forestal».
«Es necesario incrementar las capacidades frente al problema en todos los niveles. Tenemos que estar preparados», ha concluido.