Madrid Misterioso: La Real Casa de Correos

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No solo es famosa por su reloj. La Real Casa de Correos esconde secretos que jamás podrías imaginar. Hoy, en Madrid Misterioso, te los contamos

La Real Casa de Correos empezó a construirse en la segunda mitad del siglo XVIII. Fue idea del marqués de la Ensenada. Se le ocurrió que era necesaria una sede para la Oficina Central de Correos. La construcción acabó en principio en manos de Ventura Rodríguez. Fue finalmente el francés Jaime Marquet el encargado de llevarlas a cabo. Esto trajo muchísimas críticas, puesto que el arquitecto francés parecía ser un poco inepto e incluso olvidó hacer la escalera. Lo más emblemático es el reloj, protagonista de las Campanadas del 31 de diciembre de cada año. 

La Real Casa de Correos es el edificio más antiguo de la Puerta del Sol. Ha sido sede de distintas instituciones hasta adquirirlo, finalmente, la Comunidad de Madrid para establecer el gobierno regional desde 1998.

Solo encontraron un pequeño ratoncillo. El pobre no sobrevivió mucho

La primera historia que se cuenta acerca de este lugar comienza en plenas obras. Los obreros referían escuchar ruidos extraños tras las paredes. Incluso cesaron los trabajos para identificar los ruidos. Lejos de solucionar nada, los golpes se acentuaron, los andamios se movían, la habitación se volvía oscura y una voz de ultratumba decía:  «Debéis parar las obras, pues tal casa que estáis levantando pertenece al infierno, que para concebirla se ha llamado a un endemoniado arquitecto francés, despreciando la valía del buen amigo Ventura Rodríguez». El capataz de la obra no logró que los obreros volvieran al trabajo. Fue necesario hasta que un sacerdote acudiera al edificio a realizar un exorcismo. El éxito fue tal, que el cura formó parte de la cuadrilla hasta acabar las obras.

Otra de las leyendas cuenta que la Real Casa de Correos albergó bajo su techo a un militar francés (la cosa va de franceses). El militar, junto con sus hombres, se instaló en el edificio. Los madrileños, descontentos con la entrada de las tropas napoleónicas en su ciudad, rodearon la Real Casa de Correos, provocando la huida de los militares. De todos, menos de uno: el capitán francés. La historia cuenta que Lucifer, para ayudarle, le había escondido en el reloj de la torre. Especialistas relojeros de todo el país fueron convocados para revisarlo, pero solo encontraron un pequeño ratón. Parece ser que el roedor no sobrevivió mucho…

Para colmo, la Real Casa de Correos fue sede de la Dirección General de Seguridad. Se habla de fantasmas, ruidos extraños y lamentos de los presos que murieron torturados en la etapa franquista.

Cómo llegar

Metro Sol: M-1, M-2, M-3, M-5

Renfe Sol: C3A, C4

Autobús hasta Sol: 146, 147, 17, 32, 5, 51

Y la semana que viene, exploraremos la Calle de Antonio Grilo, llena de leyendas macabras.