Madrid, 30 jun (EFE).- Pau Gasol acaba de presentar su vehículo empresarial ‘Gasol 16 Ventures’. Su lema: «It’s about the journey». Lo importante es el camino. Asesora, invierte y emprende. Los deportistas top comienzan a crecer de forma exponencial en el mundo de los negocios.
Rafa Nadal, Leo Messi y Cristiano Ronaldo, por ejemplo, apuestan por el sector hotelero. Nadal, junto a Meliá Hotel Internationals y su fundador Gabriel Escarrer, abrió esta semana en Palmanova (Mallorca) el primer hotel de ZEL, la nueva marca surgida de esta unión. Cuenta con 165 habitaciones.
Messi comenzó su aventura empresarial en 2017 su alianza junto al grupo Majestic Hotel Group. De ahí nació la cadena MIM con seis edificios en enclaves cotizados: Sitges, Sotogrande, Mallorca, Ibiza, Baqueira Beret y Andorra. Antes, en 2016, Cristiano Ronaldo y el Grupo Pestana, liderado por su presidente Dionisio Pestana, firmaron una ‘joint venture’ de 75 millones de euros, creando la marca Pestana CR7 Lifestyle Hotels, abriendo en Funchal, Lisboa, Madrid, Nueva York y luego en Marrakech.
Luis García Álvarez, Gestor del Fondo Mapfre AM Behavioral Fund, explica en EFE los motivos que llevan a este perfil de deportistas de élite a valorar las «finanzas del comportamiento».
“El deportista del siglo XXI tiene a su disposición una serie de herramientas para que su impacto no se limite exclusivamente a los resultados que conseguidos en su disciplina durante su etapa en activo. Sus conocimientos en determinadas áreas, carácter, contactos y repercusión pública les colocan en una posición de clara ventaja para emprender o invertir en ciertos sectores, si dedican tiempo a formarse y eligen la compañía adecuada», afirma García Alvarez, conductor del podcast ‘La Bolsa del deporte’ y coautor, junto a Julio García Mera, entre otros, del libro ‘Alto rendimiento: del deporte a la empresa» (Editorial Pirámide).
«Para dar sus primeros pasos en el mundo de la inversión, muchos de estos deportistas eligen sectores en los que se sienten particularmente cómodos. Es el caso, por ejemplo, de Rafa Nadal, Messi o Cristiano Ronaldo, que han inaugurado cadenas propias de hoteles. Se trata de negocios que conocen bien y cuyas dinámicas financieras no resultan excesivamente complejas de entender. Sus carreras han llevado a estos deportistas a viajar de manera muy frecuente, por lo que han tenido ocasión de acumular multitud de experiencias, positivas y negativas, en este sector. Su experiencia, por tanto, puede aportar valor en el desarrollo del negocio», subraya.
«La otra ventaja de que los deportistas inviertan en sectores relacionados con el consumo, la salud o el ocio es el impacto positivo de asociar su imagen a una determinada marca. Es la evolución natural del patrocinio tradicional. Con las ventajas, para ambas partes, de que el deportista forme parte del accionariado de la compañía. A día de hoy, las grandes estrellas cuentan con plataformas propias, como son las redes sociales, en las que pueden dar visibilidad a estas empresas y llegar a millones de potenciales clientes que les ven como referentes y creadores de tendencias de consumo», afirma Luis García Álvarez.
«Además del ejemplo de los hoteles, hay casos muy similares en otros sectores con características parecidas. Mario Suárez, Oscar Trejo y Marc Gasol, entre otros deportistas, han optado por invertir en la empresa Café de Finca. Borja Iglesias y Courtois en DUX Gaming. Iker Casillas, Andrés Iniesta o Pau Gasol cuentan con sus propios vehículos a través de los que canalizan su actividad inversora y empresarial», recuerda el gestor del Fondo Mapfre.
«Otros han dado el valiente paso de emprender y lo han hecho, además, dentro del propio sector del deporte. Es el caso de Denis Suárez, fundador de Tabalú, empresa de nutrición especializada para deportistas. También Marc Gasol y su éxito con el Basquet Girona. Cesar Azpilicueta y otros deportistas que han entrado en el mundo de los eSports. El histórico capitán de nuestra selección de rugby Jaime Nava y su agencia de marketing deportivo All&Go. O el número 1 español de baloncesto 3×3, Carlos Martínez, y su empresa de impacto medioambiental y social Ecoballution», añade.
«Para todos ellos, un aspecto principal es, sin duda, la formación. Cada vez hay más deportistas interesados por conocer mejor cómo y dónde invertir su patrimonio o en prepararse bien para emprender con una base más sólida».
«A nivel personal, este año he tenido la suerte de dar clase sobre inversiones a jugadores de Primera y Segunda División que han cursado el Global Players Program, de LaLiga Business School, coordinado por el ex portero Alberto García. Después del verano, haré lo mismo en la Premier League inglesa, a través de la nueva escuela de negocios de la asociación de futbolistas profesionales, presidida por otro ex futbolista reconvertido con éxito en gestor: Maheta Molango», indica el experto en la economía de la conducta.
«Mucho se está hablando recientemente de la explosión de la inversión en el sector del deporte, que desde Mapfre veníamos anunciando ya desde hace varios años. Ahora nos encontramos asistiendo al inicio de otra evolución dentro de la industria, la transformación de cada vez más deportista en empresarios o inversores de éxito, algo ya habitual en ligas como la NBA, NFL o MLB americanas, con ejemplos destacados como el desafortunadamente fallecido Kobe Bryant, Shaquille O’Neal, Stephen Curry, Kevin Durant, Magic Johnson, Carmelo Anthony o Alejandro Bedoya (MLS)… Como sucede muchas veces en el mundo de las finanzas, sólo hay que mirar a lo que sucede en Estados Unidos para poder intuir lo que acabará llegando con fuerza a Europa”, apostilla.