Pilar Martín.
Madrid, 30 jun (EFE).- Una investigación con 30 años de distancia y personajes con retratos psicológicos dignos del mejor psiquiatra son las bases de «No huyas», la nueva novela de Sandrone Dazieri, uno de los padres del «noir» italiano en la que se lanza a descubrir «el origen del mal», cuya causa, dice a EFE, es «la falta de empatía».
Dazieri (1964) es un torrente de energía capaz de expresarse en cuatro idiomas, pero sus personajes son 100% italianos, habitantes de una tierra que conoce bien, su Cremona natal (Italia), un paisaje por el que se mueven con rapidez, miedo, rabia e ira Itala, Francesca, Gerry o el asesino de jóvenes mujeres al que todos quieren dar caza, el Perca, los protagonistas de «No huyas» (Alfaguara).
Una novela cuyo título original en italiano es una cita de Shakespeare, «el mal que hacen los hombres les sobrevive», y que dio pie al autor, dice a EFE en una entrevista, a intentar comprender con esta novela «cuál es el origen del mal», pero no el «metafísico», sino el que hacen los «hombres, los varones».
«Por ejemplo -explica- muchas personas no hacen su cometido, su parte de lo que le corresponde y es por su falta de empatía por lo que dejan que las cosas le pasen a los demás. Por lo tanto, si tuviera que pensar en una causa de los males del mundo, yo creo que es la falta de empatía».
Por eso, reconoce, muchas de las acciones que llevan a cabo sus protagonistas para buscar del bien al final acarrean el mal a todos los que le rodean. Algo que justifica porque, según cuenta, en su pasado él tuvo que pelearse en defensa propia cuando dormía en casas okupas o estaciones de tren: «Creo en el derecho de la autodefensa».
Y eso es lo que hacen, de alguna manera, Itala, una inspectora de dudosas maneras de trabajar con la que también hace una denuncia social y política de esa Italia que tan bien conoce, un país que vive, según refleja en el libro, abonado a la corrupción y que rinde pleitesía a los poderosos.
Así, Itala es la protagonista de ese pasado de hace 30 años cuando comienzan los asesinatos de unas chicas a manos de un asesino que sigue siempre el mismo patrón. Unos asesinatos que se vuelven a repetir en el presente y que llevan a la acción a la abogada Francesca, tía de la joven desaparecida, Amala.
Dos mujeres unidas por unos hechos -Itala y Francesca- que intenta también resolver un exsoldado israelí de nombre Gerry, el personaje con el que más se ha divertido Dazieri, reconoce, y en cuya piel parece haberse querido meter a juzgar por el trabajo que le ha llevado construirlo.
«Él viene de un mundo muy distinto, es un soldado israelí que piensa que las cosas se pueden solucionar matando a las personas culpables. Pero esa es su visión, y yo tampoco soy israelí así que estuve un año estudiando la Torá, la Cábala y me apunté a un programa que durante un año me mandó comida de Israel», explica este autor que en su pasado fue también cocinero de «cocinas llenas de grasa».
Una inmersión que, si hablamos del Perca, el sádico asesino en serie, Dazieri explica entre risas el por qué de tanta crueldad: «bueno, es un thriller y algo de miedo ha de tener».
Con la máxima de que en sus novelas nunca habrá violencia contra niños y animales, Dazieri regresa con esta obra de la que aún no sabe si se convertirá en saga, como sí sucedió hace años con las historias de Colomba y Dante, de las que ya está escribiendo una nueva entrega.