Madrid, 29 ago (EFE).- Empresas y sectores tradicionalmente masculinizados tratan de atraer el talento de las mujeres con nuevos proyectos e iniciativas para elevar su presencia en la industria, un sector mejor remunerado, pero donde aún son minoría.
Según los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), de los 2,7 millones de ocupados en el sector industrial, 1,9 millones son hombres, el 70 %, y 768.700, el 30 %, mujeres.
Hace una década, de los 2,3 millones de ocupados en la industria, ellas eran 564.600, el 24 %.
Tras esta menor presencia, hay diversos factores.
Tradicionalmente, recuerdan desde el sector, la industria se relacionaba con trabajos manuales de gran esfuerzo físico, una realidad que ha cambiado radicalmente en los últimos años, aunque para explicar esa escasa presencia femenina en el empleo industrial hay que mirar primero a las aulas.
MÁS HOMBRES EN LA FORMACIÓN PROFESIONAL
Según los últimos datos del Ministerio de Educación, en el curso 2021/2022 había 425.811 personas matriculadas en enseñanzas no universitarias o formación profesional en centros de trabajo, de los que 230.509 eran hombres y 195.302, mujeres.
La FP es así una opción escogida más por los hombres que por las mujeres y, entre ellas, las que optan por estos estudios no universitarios lo hacen más por los de grado medio o superior.
Al detalle por titulaciones, entre los ciclos formativos de grado básico, las opciones más escogidas por los hombres son electricidad y electrónica, informática y comunicaciones o mantenimiento de vehículos.
Entre las mujeres, las más escogidas son peluquería y estética, servicios administrativos y servicios comerciales.
En grado medio, los hombres apuestan en mayor medida por los sistemas microinformáticos y redes, electromecánica de vehículos automóviles e instalaciones eléctricas y automáticas.
Frente a esto, las mujeres optan más por estudiar cuidados auxiliares de enfermería, gestión administrativa o atención a personas en situación de dependencia.
Y entre las titulaciones de grado superior, los hombres se decantan principalmente por formarse en el desarrollo de aplicaciones multiplataforma, enseñanza y animación sociodeportiva y administrador de sistemas informáticos en red y las mujeres se reparten mayoritariamente entre aquellas que estudian una rama más sanitaria u otra más social, como educación infantil o integración social.
IGUALDAD SOBRE RUEDAS
«En entornos como el nuestro, industriales, las mujeres tienen su lugar, nos tiene que ayudar a visibilizar y a fomentar que las niñas, desde muy pequeñas, ya entiendan que las profesiones STEM también son para ellas», reflexionaba la directora general de Michelin para España y Portugal, María de la Paz Robina, en la presentación de una iniciativa para intentar cambiar esta situación.
Michelin ha sido una de las primeras empresas en explorar el programa «Igualdad sobre ruedas» de la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades de Castilla y León y que busca, entre otros objetivos, ver qué puestos están más masculinizados, transformarlos en neutros y que puedan acceder tanto hombres como mujeres.
«Son puestos que puedan ser más técnicos, de procesos que estén más automatizados, más robotizados, por ejemplo, y que permitan el ascenso profesional e inserción laboral de las mujeres», detallaban en la presentación de esta iniciativa.
Otras empresas como Acerinox también cuentan con planes para disminuir la brecha de género en su plantilla y que en 2030 ellas sean el 15 % frente al 12,8 % actual.
A este respecto, destacan los convenios de colaboración que mantiene el grupo con más de una treintena de universidades y centros de formación para la incorporación de nuevo talento que permita renovar y actualizar el conocimiento con más mujeres al frente.