Los Ángeles (EE.UU.), 26 sep (EFE).- Una ciudad montañosa próxima a Los Ángeles con marcado cariz hispano. Así es Simi Valley, la urbe elegida por los republicanos para celebrar este miércoles su segundo debate de precandidatos y, de paso, alejar el foco de su gran ausente, Donald Trump, y cautivar al votante latino en California.
Separada por apenas 60 kilómetros (35 millas) de Hollywood, Simi Valley es conocida por sus miles de chalets al pie de las montañas de Santa Susana que ocupan familias de clase media-alta buscando la tranquilidad y seguridad que no ofrece la Ciudad de las Estrellas.
Un enclave en el que también se ubica la biblioteca y museo Ronald W. Reagan, que forma parte de la red de Bibliotecas Presidenciales de EE.UU., y para cuya inauguración en 1991 se reunieron por primera vez en la historia cinco presidentes estadounidenses: Richard Nixon, Gerald Ford, Jimmy Carter, George H. W. Bush y el propio Ronald Reagan.
Hasta este emblemático edificio se desplazará la plana mayor del Comité Nacional Republicano (RNC, en inglés) para celebrar su segundo debate con aspirantes, a excepción del favorito en todas las encuestas -Donald Trump-, para concurrir a la carrera presidencial del año que viene.
La comunidad hispana en EE.UU. no deja de crecer, ya representa un 19 % de la población total de acuerdo a la Oficina del Censo, y los conservadores buscan sumar apoyos en el Estado Dorado, que se mantiene como uno de los grandes baluartes demócratas en las presidenciales desde la victoria de Bill Clinton (1993-2001).
Simi Valley, con aproximadamente 127.000 habitantes y donde una de cada cuatro personas es latina, tampoco supone una excepción a la hegemonía demócrata y, en los últimos comicios a la Casa Blanca, la candidatura de Joe Biden se impuso con un 51 % de los sufragios a la encabezada por Trump, con el 47,3 % de los votos.
Sin embargo, desde el RNC creen que es posible recuperar el apoyo de California, un estado que dominaron durante largos períodos hasta 1992 y en el que el voto latino, un 39 % de la población, se antoja fundamental.
«Ya hemos ganado en el pasado (…) Tuvimos al gobernador Arnold Schwarzenegger y el actual portavoz de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy es de allí. Confío en que podamos volver a ganar», afirmó a EFE Jaime Florez, director de comunicación para medios hispanos del RNC.
Un estudio del centro de investigaciones Pew, con sede en Washington D.C., ya mostró pocas semanas antes de las elecciones de medio mandato del año pasado que los hispanos situaban a la economía como uno de los factores diferenciales, junto al aborto, antes de decidir su voto y desde el RNC tratan de explotarlo.
«Los recursos de las municipalidades, condados y estados se gastan en albergar, alimentar y proporcionar cuidados médicos a migrantes indocumentados y ese dinero viene de los impuestos de todos mientras se recortan servicios. La gente está sufriendo ya en carne propia el impacto de la inmigración desmedida», manifestó Florez.
Así, la consigna de apelar a las supuestas consecuencias de la migración no controlada apunta a ser una de las principales bazas a la hora de conquistar al electorado latino que, como en Simi Valley, ya está asentado en Estados Unidos.
«Entre los hispanos estamos avanzando particularmente porque sienten que se les está desvaneciendo el sueño americano (…) Los que ya están aquí no van a ser más felices porque se abra la frontera, sino que se verá afectada su situación migratoria por la saturación del sistema», recalcó el director de comunicación del RNC.
Una estrategia que genera tantas certezas como incógnitas entre los expertos.
Es el caso de Thomas Whalen, profesor asociado en el departamento de Ciencias Sociales de la Universidad de Boston, que explicó a EFE que «el apoyo de la comunidad latina en las dos últimas elecciones creció significativamente» y que, por tanto, «tiene sentido» que el segundo debate republicano se celebre en California.
No obastante, Richard Groper, profesor en el departamento de Ciencias Políticas de la California State University, consideró que la comunidad latina en el Estado Dorado «siempre ha sido muy demócrata» y que el debate, previsto para el miércoles a las 18.00 hora local (2:00 GMT del jueves), «no tendrá un gran impacto».
«No creo que afecte demasiado la celebración de este debate a su intención de voto. Los hispanos en Texas están más abiertos a decantarse por el Partido Republicano, así que probablemente allí tengan más interés por lo que sale en términos de inmigración o aborto que en la propia California», ahondó Groper.
En cualquier caso, los republicanos conseguirán alejar el foco de las cuatro causas legales que pesan sobre Trump, candidato que gana por goleada en las encuestas de intención de voto para las primarias conservadoras, pero perderán para la causa de conquistar al voto latino a su principal reclamo electoral.
Mike Pence, exvicepresidente de EE.UU.; Ron DeSantis, gobernador de Florida; el empresario Vivek Ramaswamy; Nikki Haley, exgobernadora de Carolina del Sur; Chris Christie, exgobernador de Nueva Jersey; Tim Scott, senador de Carolina del Sur; y Doug Burgum, gobernador de Dakota del Norte, serán los candidatos que participen de este segundo debate cargado de incógnitas sobre su interés mediático.
Guillermo Azábal