Roma, 28 sep (EFE).- El español Jon Rahm es una de las figuras más destacadas de la Ryder Cup que comienza este viernes en Roma y el líder de la resistencia del combinado europeo, que intentará alargar su gran racha de 30 años sin conocer la derrota en casa ante unos Estados Unidos que defenderán el título conquistado en 2019 tras una exhibición de golf.
Los recuerdos de Whistling Straits (Wisconsin) son la cara y la cruz de la moneda del golf. Estados Unidos atropelló a Europa con un contundente 19-2 que se quedó grabado en la retina de todos por el abrumador marcador en favor de los norteamericanos.
Roma se presenta ahora como una oportunidad para ambos combinados; para Estados Unidos como el momento perfecto de romper su mala racha fuera lejos de casa; y para Europa como la ocasión inmejorable de venganza, manteniendo el feudo local intacto entrando en la treintena de años imbatida en casa.
«Es algo muy importante para nosotros. Queremos alargar la racha todo lo posible. Ojalá podamos llegar a los 30 años de imbatibilidad en Europa aquí en casa», dijo ‘El León de Barrika’ en rueda de prensa el pasado martes, ya en el Marco Simone en el que se disputará la competición desde el viernes hasta domingo.
El combinado europeo, con el inglés Luke Donald como capitán y con Rahm, el norirlandés Rory McIlroy y el noruego Viktor Hovland como primeros espadas, más el joven sueco Ludivg Aberg como gran novedad, tratará de mantener la mística europea en un césped inmaculado a las afueras de Roma, en un recinto por el que pasarán 300.000 personas en lo que es la edición más cara de la historia, con un presupuesto de unos 157 millones de euros para organizar.
Enfrente estarán los temidos norteamericanos con Zach Johnson como capitán y Scottie Scheffler, número 1 del ránking, como gran amenaza. El combinado estadounidense cuenta, además de Scheffer, con hasta cinco jugadores más dentro del top-10, superando los 4 del europeo. Patrick Cantlay, Xander Schauffele, Max Homa, Brian Harman y Wyndham Clark completan el top-10 americano.
El mítico torneo se disputará desde este viernes hasta el domingo con el clásico formato de duelo por equipos conocido como ‘match play’.
Habrá, en total, ocho enfrentamientos ‘foursome’ (modalidad en la que dos jugadores de cada equipo van alternando los golpes de su propia bola, una para cada combinado), ocho ‘fourballs’ (dos jugadores de cada equipo juegan una bola cada uno en el mismo hoyo y puntúa el mejor resultado individual de cada equipo) y doce partidos individuales en la jornada del domingo.
Cada duelo vale un punto y hay un total de 28 puntos en juego. En caso de empate en un hoyo cada equipo se adjudicará medio punto y, en caso de empate en el marcador final, será el equipo ganador de la pasada edición el que levante el título, por lo que en este caso la paridad favorecería a Estados Unidos.
La Ryder vuelve a escena tras dos años. Uno de los eventos deportivos más importantes del mundo protagonizará el fin de semana desde Roma con un ambiente inmejorable y un cartel a la altura de las expectativas.
«Lo mejor de la Copa Ryder, aparte de ganar, obviamente, es entrar en esa sala de equipo y ver a todos estos grandes golfistas reunirse y ser parte de un equipo, ser amigos y tener un vínculo realmente especial y único durante toda la semana», señaló Rahm.
Tanto que, incluso, estaría dispuesto a pagar por participar: «¿Si hubiera que pagar una cuota de inscripción para formar parte de un equipo? Probablemente sí, lo haría».
Esa es la magnitud de la Ryder, un torneo que nació en 1927 y que tras 43 ediciones, esta será la 44, mantiene intacto el sentido de rivalidad entre las potencias del golf. Estados Unidos defiende título; Europa, su fortín.