Empieza la cumbre de la UE con Hungría y Polonia cargando contra la política migratoria

Líderes europeos en la Alhambra de Granada. EFE/ Miguel Angel Molina

Granada (España), 6 oct (EFE).- Los jefes de Estado y Gobierno de la Unión Europea iniciaron en Granada la cumbre informal en la que abordarán el futuro del bloque, incluida una eventual ampliación, y mantendrán un debate sobre política migratoria marcado por las duras palabras expresadas por Hungría y Polonia a su llegada a la reunión.

A su llegada al Palacio de Congresos de Granada, el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, equiparó los recientes acuerdos de los Veintisiete sobre el Pacto de Migración y Asilo con una «violación» a Budapest y Varsovia, puesto que se les ha «forzado» a aceptar algo que no quieren.

Su compañero polaco, Mateusz Morawiecki, afirmó también que se opone «rotundamente» el acuerdo cerrado esta misma semana en Bruselas para el reparto de migrantes en momentos de crisis, que juzga como un «dictado» de la Comisión Europea y Alemania.

Los Veintisiete tienen previsto acordar la llamada Declaración de Granada con capítulos sobre el futuro de la Unión Europea, defensa, ampliación del bloque y la migración, entre otros, pero Budapest y Varsovia amenazan con vetar el texto por este último asunto.

La migración entró en la agenda de la cumbre a petición de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, quien además impulsó este jueves, junto con el británico Rishi Sunak, un evento sobre este asunto paralelo a la reunión de la Comunidad Política Europea en el que también participaron el francés Emmanuel Macron, el neerlandés Mark Rutte, el albanés Edi Rama y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

Precisamente la alemana declaró al entrar a la reunión que serán los europeos quienes decidirán «quién viene a Europa y bajo qué circunstancias, y no los traficantes», al tiempo que abogó por seguir firmando acuerdos con países de origen o tránsito como el pactado con Túnez.

El otro punto importante de la discusión de hoy será el debate sobre el futuro de la Unión Europea y, en especial, la reflexión sobre una potencial ampliación del bloque con la posible entrada de los países de los Balcanes Occidentales, Ucrania o Moldavia.

«Ampliación significa que los países candidatos tienen reformas que adoptar, saben lo que necesitan hacer. Por nuestra parte, tenemos que prepararnos», explicó el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, quien llamó a decidir en la nueva «agenda estratégica» del club las «prioridades políticas», a analizar la futura toma de decisiones y a debatir las consecuencias económicas del proceso.

Michel subrayó que cada vez «más y más actores» apoyan la idea de establecer una fecha para una posible ampliación porque sirve de «aliciente» para «trabajar duro» frente a la «tentación de procrastinar» como, dijo, se ha hecho «durante los últimos veinte años con los Balcanes Occidentales».

«Creo que a algunos países, en particular a algunos de los países de los Balcanes, se les ha pedido que esperen demasiado. Creo que deberíamos acelerarla pero también pienso que debemos ser sinceros y realistas con la gente sobre el tiempo que se tarda», apuntó el irlandés Leo Varadkar.

También la estonia Kaja Kallas hizo referencia al marco temporal de una ampliación y remarcó que el horizonte de 2030 está «muy lejos» y la UE tiene que «avanzar rápido» para estar listos a aceptar nuevos miembros, a los que no se les podría contestar que el bloque «no está preparado» si ellos cumplen los criterios necesarios para entrar.

«Creo que es una nueva posibilidad para que Europa sea mucho más fuerte, próspera y se refuerce», enfatizó por su parte la primera ministra letona, Evika Silina.

Su homólogo finlandés, Petteri Orpo, señaló que abrir las puertas de la UE a nuevos países es «una necesidad geopolítica» para el bloque y remitió al informe que la Comisión Europea tiene previsto publicar sobre esta cuestión a principios de noviembre, que servirá de base para la discusión.

El alto representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, auguró que «la fila empezará a moverse rápidamente» porque Ucrania, que ha llegado «el último», está «empujando» a todos los países que ya tenían concedido el estatus de candidato.

Actualmente, la UE tiene abiertas negociaciones de adhesión con Albania, Montenegro, Macedonia del Norte, Serbia y, aunque congeladas, con Turquía, mientras que estudia si iniciarlas con Ucrania, Moldavia y Bosnia y Herzegovina, a la luz de un informe que la Comisión Europea tiene previsto publicar a principios de noviembre.

Georgia y Kosovo, al que no reconoce España como país, han pedido también el estatus de candidatos a acceder al bloque.