Huelva, 11 oct (EFE).- Una investigación desarrollada por Greenpeace concluye que la superficie que se está regando fuera de la ordenación de regadíos vigente, el Plan de la Fresa de 2014, puede alcanzar actualmente las 1.789 hectáreas, es decir casi un 20 % adicional a las 9.226 hectáreas regularizadas por dicho plan.
El cálculo ha sido posible gracias a una metodología desarrollada por Bytegeo para Greenpeace que identifica, con un alto grado de fiabilidad, las fincas regadas durante doce meses, entre julio de 2022 y junio de 2023 y ha destacado aquellas que según los planes de ordenación vigentes no son regables.
El mapa resultante, que se refleja en la investigación, denominada «Operación Resucitar Doñana», consultada por EFE, muestra, las zonas regables que establece el plan de ordenación de regadíos vigente y se compara con las de riego irregular.
De acuerdo con las capas de información geográfica que ofrece la Junta de Andalucía, las zonas regables que establece el plan de 2014 se extienden por una superficie de 9.226 hectáreas.
Para calcular la superficie que ha sido regada en el periodo de estudio en zonas que no son regables se han utilizado dos modelos, uno más conservador que el otro. De esta forma, se han identificado entre 1.104 y 1.789 hectáreas regadas ilegalmente.
En el último año se ha podido regar ilegalmente cerca de un 20 % adicional a la superficie que permite el plan de ordenación vigente.
Por otro lado, se precisa en la investigación que para que una zona regable se pueda regar legalmente tiene además que ser autorizada para el riego por los organismos de cuenca; en este caso la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) y la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía por la cuenca del Tinto, Odiel y Piedras.
«La superficie de las zonas de riego que cumplan ambos requisitos será aún menor y, en consecuencia, la superficie que se está regando ilegalmente será aún mayor», señalan.
De las hectáreas que permite regar el plan de 2014, 6.201 pertenecen a la demarcación del Guadalquivir; de ellas, solamente 4.436 hectáreas tienen autorización de la CHG para riego, es decir un 72 % de lo que establece dicho plan.
En relación con la zona que pertenece a la demarcación hidrográfica del Tinto, Odiel y Piedras, la organización no ha podido hacer la misma comparativa al no haber datos cartográficos.
Pese a ello, con todos los datos, la organización concluye que entre un 10 % y un 15 % de la producción total de la corona norte del Parque Nacional se riega de forma irregular, sin embargo, los productos de fincas regadas legal o ilegalmente, se mezclan y comercializan por los mismos canales, lo que hace imposible diferenciarlos una vez que entran en el mercado.
Por ello, consideran que es fundamental que haya «un compromiso claro y explícito por parte de la Junta de Andalucía de erradicar los regadíos ilegales que ahora funcionan con total impunidad en la corona norte de Doñana»; establecer un sistema de control rutinario para perseguir el desarrollo de nuevos regadíos ilegales que estén funcionando fuera de la zona de ordenación vigente desde 2014 o acoplar el número de hectáreas regadas en la zona a la disponibilidad real de agua.
