Washington, 25 oct (EFE).- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, negó este miércoles que haya pedido a Israel que posponga su incursión terrestre en Gaza hasta la liberación de los rehenes secuestrados por Hamás.
«Lo que le he indicado es que, si es posible, saquemos a la gente sana y salva», afirmó Biden en una rueda de prensa, tras responder tajante que «no» le ha pedido al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, un retraso en la intervención porque eso es una «decisión» de Israel.
En su primera rueda de prensa tras el estallido de la guerra de Gaza el 7 de octubre, Biden negó la información publicada esta semana por la prensa estadounidense que afirmaba, en base a fuentes del propio Gobierno, que la Administración ha aconsejado a Israel que retrase una invasión terrestre de Gaza con la esperanza de ganar tiempo para las negociaciones sobre rehenes.
El grupo islamista palestino mantiene secuestrados a unos 250 rehenes y ha liberado en los últimos días a cuatro personas, dos de ellas dos mujeres estadounidenses.
«Ahora, mira, obviamente están en peligro. La pregunta es si hay alguna forma de sacarlos. Si la hay, debemos sacarlos», afirmó sobre los rehenes.
Se desconoce el número exacto de rehenes con pasaporte estadounidense en manos de los islamistas en Gaza. Actualmente hay 11 estadounidenses desaparecidos y una treintena de muertos tras el ataque que dejó más de 1.400 muertos en suelo israelí.
Condena los ataques a palestinos en Cisjordania
Aunque Biden volvió a mostrar su apoyo total a Israel y a su «derecho» y «obligación» de defenderse, afirmó que está «alarmado» por el hecho de que algunos «colonos extremistas» están atacando a los palestinos en la Cisjordania ocupada y les exigió que paren de hacerlo.
«Están atacando a los palestinos en lugares en los que tienen derecho a estar. Tienen que parar, rendir cuentas y parar ya», afirmó el presidente en la rueda de prensa en la Casa Blanca, en la que estuvo acompañado del primer ministro australiano, Anthony Albanese, quien está de visita oficial en Estados Unidos.
El Ministerio de Sanidad de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) apuntó que un total de 105 palestinos de Cisjordania han sido asesinados por las fuerzas israelíes y, en algunos casos, por colonos, desde el 7 de octubre.
En los últimos dos años, Cisjordania ocupada e Israel viven su mayor espiral de violencia desde la Segunda Intifada (2000-05) y este año ya han muerto más de 340 palestinos, la mayoría milicianos en enfrentamientos armados con tropas israelíes y atacantes, pero también civiles, incluidos al menos 50 menores.
En paralelo, el área ha visto la proliferación de nuevos grupos armados palestinos, que realizan cada vez más ataques y han causado 33 muertos del lado israelí, la mayoría colonos.
Pone en duda las cifras oficiales de muertos
Biden se refirió además a los fallecidos civiles de la guerra y afirmó que no confía en las cifras proporcionadas por el Ministerio de Sanidad gazatí, controlado por Hamás, que afirman que ya hay 6.546 fallecidos en la Franja de Gaza, 2.704 de ellos niños, y de más de 17.400 heridos.
«Lo que me dicen (las cifras) es que no tengo ni idea de que los palestinos estén diciendo la verdad sobre cuántas personas mueren. Estoy seguro de que han matado a inocentes y es el precio de librar una guerra, pero creo que deberíamos tener muchísimo cuidado», afirmó.
El Ministerio de Sanidad gazatí ha acusado a Israel de bombardear zonas que teóricamente debían ser consideradas seguras, entre ellas el hospital Al Ahli, que dejó más de medio millar de víctimas
En Israel el Gobierno mantiene los fallecidos en 1.400 desde que milicianos de Hamás orquestaran un ataque sorpresa el pasado 8 de octubre.
Netanyahu ha amenazado con lanzar una ofensiva terrestre sobre Gaza y unos 300.000 reservistas están preparados para ello, aunque todavía no se ha concretado dicho ataque.
Mientras, gran parte de la comunidad internacional está pidiendo que haya una pausa humanitaria para la entrada de ayuda.
En una sesión en el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el secretario de Estado, Antony Blinken, anunció que su país apoya ahora las «pausas humanitarias» que permitan introducir en Gaza alimentos, agua y medicinas.
El lunes, EE.UU. ya dijo por qué no apoya el alto el fuego: primero, porque servirá para que Hamás se rearme, y después, en palabras del propio Joe Biden, porque no se puede pedir a Israel que cese los ataques mientras queden 220 rehenes suyos en manos de Hamás.