El objetivo es evitar la proliferación en primavera de este insecto que ataca principalmente a pinos y cedros, y que está catalogado como muy tóxico para los seres humanos y animales de compañía
Prevenir las colonias de la oruga procesionaria que aparecen durante la primavera y la época estival es el objetivo de las actuaciones que el Gobierno de Móstoles, a través de la Concejalía de Mejora y Mantenimiento de los Espacios Públicos, ha puesto en marcha en el municipio en los últimos días. Durante la campaña se tratarán más de 2.900 ejemplares de pino y cedro.
Este insecto, considerado como muy tóxico para los seres humanos y mascotas, en esta época del año empieza a extenderse comiendo los brotes más tiernos de las hojas de los árboles. Por esta razón, los operarios del área de parques y jardines han empezado a aplicar tratamientos preventivos en todos los pinos y cedros ubicados en suelo público de Móstoles, colegios, parques públicos y arbolado viario.
Este tratamiento de carácter preventivo se realiza mediante endoterapia, un tratamiento más ecológico y menos dañino para el medioambiente. Consiste en la inyección de productos insecticidas directamente a los pinos y cedros, de manera que afecta solo a los insectos que parasitan en estos árboles y no al resto de la fauna, ni a la población ni a las mascotas. Solo en grandes masas uniformes de arbolado el tratamiento con endoterapia se está combinando con fumigaciones localizadas mediante pulverización.
Este tratamiento temprano, que se realiza de, ayuda a reducir la población de procesionaria y por tanto las molestias y riesgos que causa este insecto.
El Gobierno local apela a la colaboración de las comunidades de vecinos, en cuyos condominios haya pinos y cedros afectados por procesionaria. Es necesario realizar tratamientos para controlar sus poblaciones y, por eso, ofrece a los particulares el asesoramiento técnico que precisen en cuanto a productos fitosanitarios recomendados y el momento de aplicación de los tratamientos.
Así mismo, se recomienda, durante el periodo en el que las orugas realizan las procesiones de enterramiento (principalmente en abril), extremar las precauciones con niños y mascotas e incluso evitar pasear por los pinares si se detecta la presencia de estas orugas.