La Paz, 21 ene (EFE).- El travieso Pepino ‘revivió’ este domingo con el beso de una reina de belleza y está suelto por las calles de la capital boliviana con las ‘Llaves de la alegría’, para dar inicio a las actividades por el Carnaval en La Paz.
En el Cementerio General paceño un séquito de mujeres ‘lloraban’ al lado de un colorido ataúd pidiendo que el picaresco Pepino, el personaje central del Carnaval en La Paz, despierte y reviva la diversión que había sido enterrada el pasado año en los festejos por carnavales.
El ataúd fue trasladado por el alcalde de La Paz, Iván Arias, acompañado de otros personajes característicos del carnaval paceño como los Ch’utas y las cholitas, que iban como en un ‘cortejo fúnebre’ detrás del féretro por unas cuantas calles.
El féretro se colocó en una tarima para que la reina del Carnaval de la región oriental de Santa Cruz, Aitana Tufiño, fuera la encargada de abrir el cajón y darle un beso al Pepino.
Este personaje que emula a los arlequines se estremeció, abrazó a la reina y salió del ataúd contagiando la alegría y la picardía que le caracteriza en medio de papeles de colores, espuma y aplausos de las personas que observaban esta tradicional actividad del ‘Desentierro del Pepino’.
Estos personajes comenzaron a bailar con las aspirantes a la corona para ser la reina del carnaval paceño y el Pepino se robó unos cuantos besos más, mientras la banda municipal amenizaba la actividad.
Luego, el alcalde y otras autoridades le dieron las llaves de la alegría, de la ciudad, de la esperanza y responsabilidad para que simbólicamente pueda abrir todas las actividades previstas para este Carnaval.
«Este es el Carnaval de la unidad, de la fraternidad, por eso hemos traído a la reina del carnaval cruceño, qué mejor una reina de Santa Cruz para demostrar la unidad y la integración», manifestó Arias.
El Pepino derrochaba alegría vistiendo un mono rojo y verde, los colores de la bandera de La Paz, y una máscara mientras mostraba las llaves y saltaba de un lado al otro echando espuma a las personas y haciendo sus primeras travesuras.
Tras el acto central, unas cuantas comparsas de Ch’utas y cholitas comenzaron a bailar para acompañar la alegría del Pepino.
El Pepino representa la picardía, la alegría y el desenfreno característicos del carnaval, mientras que el Ch’uta y la Cholita introducen costumbres aimaras en la fiesta, como el agradecimiento a la ‘Pachamama’ o Madre Tierra por sus frutos, una tradición arraigada en el occidente.