Valencia, 25 mar (EFE).- La conquista del Valencia Basket este fin de semana de la Copa de la Reina marca un nuevo hito en la trayectoria del equipo femenino ‘taronja’, que acumula apenas seis temporadas en la élite del baloncesto español, que suma ya otros tantos títulos y que aspira a consolidarse como un proyecto ganador en España y en Europa.
Esta Copa de la Reina, el único trofeo nacional que le faltaba, supone el segundo título de la temporada del equipo de Rubén Burgos tras haber conquistado la Supercopa de España. Su amplio y concentrado palmarés, se completa con una Liga Femenina, una primera Supercopa, una Supercopa de Europa y una Eurocopa. Solo le queda ya pendiente la Euroliga.
Fundado en 1986 como un club masculino, el Valencia Basket asumió en el verano de 2014 las categorías inferiores del Ros Casares, que había desaparecido como club femenino de élite dos años antes. Lo hizo sin la idea inicial de tener un primer equipo de mujeres profesional, pero eso cambió poco después tras ascender ese conjunto senior amateur a la Liga Femenina 2.
La entidad puso en marcha entonces un plan para equiparar las condiciones y el trato de sus dos equipos profesionales, e impulsar así la figura del conjunto femenino. El ascenso a la Liga Femenina en la campaña 2017-18, la primera de Burgos en su banquillo, aceleró el proceso.
Lejos de sufrir por la permanencia durante la 2018-19, su primer curso en la élite, terminó quinto, dio sus primeros pasos en la Copa, pasó la primera eliminatoria del ‘play-off’ liguero ante el Gernika y llegó a semifinales, donde fue eliminado ante el Perfumerías Avenida.
Un año después, el covid-19 detuvo todas las competiciones cuando el Valencia se había estrenado en la torneos europeos en la Eurocopa, era cuarto en la liga y había disputado su primera semifinal copera. Había refrenado así la apuesta del club con los fichajes estivales de Queralt Casas y Leticia Romero además de por la apuesta por la jovencísima Raquel Carrera un año antes.
La entidad buscaba conformar un bloque nacional potente y ese verano posterior a la pandemia firmó a Cristina Ouviña. Además, incorporó a la alemana Marie Gülich y a la australiana Rebecca Allen, lo que dio sus frutos de inmediato.
En la campaña 2020-21 inauguró su palmarés al conquistar la Eurocopa, la segunda competición europea. Dos tiros libres de Carrera a falta de un segundo para finalizar el encuentro ante el Reyer Venezia dieron su primer trofeo femenino al club valenciano
Ese triunfo llegó después de ser por primera vez finalista de la Copa y antes de serlo de la Liga. El Spar Girona en el torneo del KO y el Perfumerías Avenida en el de la regularidad demostraron estar aún un paso por delante, pero el Valencia anunció que ese equilibrio en el que ambos se repartían los títulos nacionales estaba a punto de romperse.
Apenas tardó unos meses en confirmarse esa nueva realidad y en septiembre le arrebató al Salamanca la Supercopa. Unas semanas después para alzar en la Fonteta la prestigiosa Supercopa de Europa batió al Ekaterimburgo ruso, que llegaba tras ganar tres de las cuatro anteriores Euroligas. Aunque no hubo más títulos aquel curso, sí que logró una plaza directa para la máxima competición europa, cuya fase previa no había logrado superar al inicio el curso.
Su estreno en la Euroliga en la 2022-23 fue brillante. Alcanzó los cuartos de final y forzó un tercer partido ante el Schio italiano que, de haber concluido en victoria, le hubiera permitido alcanzar la Final Four continental, otro de los hitos que aún tiene pendientes.
Pero el gran logro de la pasada campaña aún estaba por llegar para una plantilla que se había reforzado con la laureada Alba Torrens pero que perdió por lesión a Allen. Tras acabar primero en la fase regular de la Liga por primera vez, derrotó al Estudiantes en los cuartos, al Zaragoza en las semifinales y doblegó al Perfumerías Avenida para alzar la tan ansiada Liga, que marcaba un punto de inflexión en la corta historia de la entidad.
El Valencia abrió este nuevo curso con su segunda Supercopa de España, aunque tres meses después no pudo clasificarse para los cuartos de final de la Euroliga. La ucraniana Alina Iagupova no llegó a tiempo para compensar la irregularidad inicial pero sí que le ha dado un salto de calidad físico a la plantilla que se ha notado este fin de semana en la Copa de la Reina, pese al duro golpe que supuso la grave lesión en cuartos de final de Carrera.
Con el orgullo algo herido por la eliminación europea y rabia por la lesión de su compañera, el Valencia derrotó a IDK Euskotren en esa primera ronda, maniató a Estudiantes en semifinales y pasó por encima del Casademont Zaragoza para conquistar el único título nacional que le faltaba.
Ahora, el equipo de Burgos, que le ha dirigido a sus seis títulos, tiene aún dos retos por delante: clasificarse de nuevo para la Euroliga y revalidar su título de la Liga. Si vuelve a alzar el trofeo irá también a la máxima competición continental, pero se podría asegurar antes el billete si vence en la fase regular.
Carlos Rosique