Raquel Fernández
París, 25 abr (EFE).- El Moulin Rouge, símbolo emblemático de París, amaneció este jueves sin aspas por primera vez en 135 años, después de que se derrumbaran de madrugada sobre el bulevar de Clichy, en pleno corazón del barrio de Montmartre, a causa probablemente de una rotura en el eje que las sostiene.
La caída de las aspas en bloque ocurrió poco antes de las dos de la madrugada (00.00 GMT) y, afortunadamente, no dejó heridos porque había poca gente por la calle y porque el último espectáculo del cabaré había terminado apenas media hora antes de que se produjesen los hechos, explicó a EFE el director del establecimiento, Jean-Victor Clerico.
Los bomberos llegaron hacia las 2.45 y establecieron un perímetro de seguridad en torno al edificio, en previsión de la posible caída de más elementos o materiales.
A primera hora de esta mañana, Montmartre amaneció conmocionado por un Moulin Rouge atípico cuyos restos desprendidos, entre los que también se encuentran las letras 'M','O' y 'U' del cartel luminoso, ya habían quedado recogidos por completo sobre las 9:45 (7.45 GMT).
«Mucha conmoción, mucha pena también, mucho apoyo de los residentes, de los residentes locales, mucho apoyo de todo el mundo», expresó Clerico.
Las caras de las decenas de turistas que habitualmente se aglomeran en bulevar de Clichy para tomar fotos de este icono de la 'Belle époque' (1871-1914) reflejaban este jueves esa tristeza, aunque otros, como una pareja de españoles que regresaron esta mañana a ver los desperfectos, se alegraban de haber podido tomar una instantánea de la fachada en su estado original justo anoche.
Símbolo de una era que celebraba la alegría de vivir
Fue el 6 de octubre de 1889 cuando el molino inauguró e iluminó por primera vez las aspas del molino rojo que identifica a este cabaret, símbolo de la noche parisina e inspiración de novelas, películas y obras de teatro.
Una gigantesca pista de baile, espejos por todas partes y un jardín fueron algunos de los atractivos que cautivaron a una burguesía desatada en un momento en el que la cultura popular experimentaba su auge, con la guerra franco-prusiana a las espaldas (1871) y lejos aún del impacto de la Primera Guerra Mundial en 1914.
«Despreocupación», «ligereza» y «alegría de vivir» son las palabras con las que este recinto describe ese periodo de seducción artística, con una programación inspirada en el circo, el baile del Cancán o incluso con un desfile de Cleopatra desnuda.
En la segunda mitad del siglo XX llegó a haber en su interior hasta un acuario en el que bailarinas desnudas eran el centro de todas las miradas del público.
«El Moulin tiene 135 años, pero estas aspas tienen unos veinte», afirmó el director del cabaret, ya que los elementos volantes se renuevan cada cierto tiempo.
Todavía anonadado, Clerico detalló que las aspas, hechas de una mezcla de madera y aluminio, son inspeccionadas cada dos meses por una empresa externa que en la última revisión no detectó ninguna anomalía.
Es la primera vez que se produce un suceso de estas características en el que fue lugar de referencia para personalidades como Elvis Presley -para quien era una parada obligatoria en París-, Charles Trenet, Charles Aznavour, Line Renaud o Jean Marc Thibault.
Desde su inauguración, el único accidente grave hasta ahora registrado había sido un incendio provocado por unas obras en 1915, que provocaron el cierre durante nueve años.
La dirección ya ha enviado a un taller las aspas para coger las plantillas y los patrones y proceder con una acelerada reconstrucción. Y es que, como recordó Clerico, ver el Moulin Rouge sin sus alas es «un poco triste».
El incidente no provocará alteraciones en la programación, que, con los espectáculos de esta noche, prevé acoger a 1.700 espectadores.
El Moulin Rouge recibe, según la dirección, más de 500.000 visitantes cada año y es uno de los atractivos turísticos más fotografiados de la capital francesa. EFE
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