Atenas/Sofía, 13 may (EFE).- Grecia y Bulgaria advirtieron este lunes a los nuevos dirigentes de Skopje de que deben cumplir con los acuerdos vigentes, después de que su presidenta, la derechista Gordana Siljanovska-Davkova, usara el antiguo nombre de Macedonia del Norte al asumir el cargo el domingo.
Grecia «no aceptará tales deslices», declaró el primer ministro griego, el conservador Kyriakos Mitsotakis, en Facebook.
Durante su jura del cargo, Siljanovska-Davkova se refirió la víspera a ‘Macedonia’ y no a ‘Macedonia del Norte’, que es el nombre acordado en 2018 entre Skopje y Atenas para desbloquear el veto griego a la entrada de la nación vecina en la OTAN.
Inmediatamente, la embajadora griega abandonó la ceremonia en el Parlamento de Skopje y el ministerio de Exteriores heleno reaccionó con una nota de protesta.
«La provocadora decisión de la nueva presidenta de Macedonia del Norte de violar el texto oficial de su juramento y llamar a su país con un nombre diferente es una iniciativa ilegal e inadmisible», resaltó hoy Mitsotakis.
El líder conservador recalcó que dicha decisión viola el pacto bilateral firmado en 2018 y amenazó con bloquear cualquier avance hacia la Unión Europea (UE) del país candidato al ingreso en el club comunitario.
«Cualquier paso de Skopje hacia Europa depende de la sincera observancia de los acuerdos y del uso correcto del nombre constitucional del país», advirtió.
La nueva jefa del Estado, así como el nacionalista y opositor VMRO-DPMN que apoyó su candidatura, ganaron con claridad los comicios presidenciales y legislativos, desbancando a los socialdemócratas del Gobierno y de la presidencia.
Según los analistas, el voto de los ciudadanos normacedonios refleja cierta desconfianza hacia la UE debido a los bloqueos que han ejercido y ejercen los países comunitarios vecinos, Grecia y Bulgaria, en sus ambiciones hacia los Veintisiete.
Los nacionalsitas normacedonios se niegan a usar la denominación acordada con Grecia por el anterior Gobierno socialdemócrata, y que fue fundamental para desbloquear la entrada del país en la OTAN en 2020 y relanzar el proceso de adhesión a la UE.
También la cúpula de Bulgaria criticó este lunes la actitud de la primera mujer presidenta de Macedonia del Norte, dejando claro que mantendrá su veto al ingreso del país en la Unión Europea si Skopje no cumple con varios requisitos de Sofía.
«Estoy convencido de que la perspectiva europea de Skopje depende de la estricta aplicación de los tratados internacionales de los que es parte, así como del marco de negociación aprobado por la UE», señaló el presidente búlgaro, Rumen Radev, en un comunicado.
El texto de la nota, idéntico a otra emitida a la misma hora por el Ejecutivo técnico en el poder, resalta que «no se revisarán» las condiciones de tales pactos.
Se trata de una alusión al compromiso de Skopje de incluir en la Constitución macedonia a la minoría búlgara (de unas 3.000 personas), decisivo para que el Parlamento búlgaro levantara en 2022 su veto al estatuto de candidato a la UE de Macedonia del Norte.
El pacto incluye otras exigencias, entre ellas la de descartar cualquier posibilidad de que Bulgaria tenga que reconocer la lengua macedonia (según los búlgaros es un dialecto regional del búlgaro).