Redacción deportes, 23 may (EFE).- El Cagliari echó el cierre a la temporada con el objetivo cumplido, la permanencia sellada jornadas atrás y con un adiós emotivo, una despedida para su entrenador Claudio Ranieri que se retira del fútbol profesional y que fue reconocido por todo el público presente en las gradas del Unipol Domus que restó relevancia a la derrota encajada a última hora ante el Fiorentina (2-3).
Un penalti transformado en el tiempo añadido por Arthur Melo dio los tres puntos al conjunto violeta, el más necesitado, que amarra el séptimo puesto y una competición europea independientemente de lo que suceda en la final de la Liga Conferencia que va a disputar la semana que viene ante el Olympicos.
Sin nada en juego para el Cagliari que afrontó con alivio su último compromiso después de amarrar la salvación en la penúltima fecha, la cita fue aprovechada para despedir con emoción y honores a Ranieri, un entrenador clave en la historia del club. Se jubila a los 72 años y cierra una carrera, en la élite desde 1988, plagada de éxitos, especialmente el logrado con el Leicester, al que coronó campeón de la Premier.
Ascendió el técnico romano al Cagliari el pasado curso a la Serie A. Y lo ha conseguido mantener.
El público que llenó el estadio se lo agradeció desde el principio. Con un llamativo tifo en un fondo: «Eterna riconoscenza per un grande uomo. grazie mister en un fondo» («Eterna gratitud para un gran hombre. Gracias Míster»). En la banda, Rainieri no pudo controlar la emoción ni las lágrimas.
Ya en el campo el partido fue una fiesta. Plagada de goles, con poco en juego. El Fiorentina, pretende aún terminar en la parte alta y asegurar un puesto europeo que puede amarrar en la final de la Liga Conferencia que va a disputar el próximo miércoles, en Atenas, contra el Olympicos.
Por eso se adelantó a este jueves el partido de la última jornada. Por el compromiso continental del cuadro de Vincenzo Italiano al que, además, tiene pendiente otro encuentro de la Serie A, con el Atalanta, recién proclamado campeón de la Liga Europa.
A pesar de la distracción que supone el reto europeo, el Fiorentina tomó ventaja al borde del descanso, en el minuto 40, con el gol de Giacomo Bonaventura tras recibir un pase de Gaetano Castrovilli.
Dio la vuelta a la situación el Cagliari. Empató en el minuto 64 por medio de Alessandro Deiola que cabeceó a la red un pase al área de Matteo Prati y se puso por delante en el 85, en un gran tanto del zambiano Kingstone Mutandwa. Recibió el balón del uruguayo Nahitan Nandez, avanzó unos metros y desde lejos, casi pegado a la banda, ejecutó un potente tiro, con efecto, que fue cerca del palo izquierdo imposible para Pietro Terracciano.
Sin embargo, frustró la fiesta el argentino Nicolás González que logró empatar en el 90 al culminar una falta botada por Cristiano Biraghi. Y cuando el choque apuntaba a la igualada, una falta dentro del área de Alessandro Di Pardo al argentino Lucas Beltrán, revisada por el VAR, fue sancionada como penalti en el minuto 111, la última del partido.
No falló Arthur Melo que marcó el tanto del triunfo del Fiorentina y la derrota del Cagliari, con la permanencia asegurada, en el adiós de su técnico Claudio Ranieri.