Berlín, 29 may (EFE).- La llegada a la final de la Liga de Campeones del Borussia Dortmund es la primera desde 2013, en uno de los momentos culminantes de la era de Jürgen Klopp que había llevado al club de Westfalia a conquistar dos Bundesligas consecutivas y había creado un equipo con un sello propio que llegó a ser temido en toda Europa.
Mientras que la llegada a la final en 2013 podría ser visto como algo esperado -pese a que el Dortmund hubiese perdido la Bundesliga esa temporada ante el Bayern, que también lo derrotaría en la final de Wembley- el regreso al legendario estadio inglés 11 años después es algo que puede calificarse de inesperado.
El Dortmund no era favorito en la fase de grupos en la que, teniendo como rivales el PSG, al Milán y al Newcastle, su clasificación no podía darse por descontada. En cuartos no era favorito ante el Atlético y mucho menos en semifinales ante el PSG. Pero superó todos los trámites.
Del equipo que jugó la final de 2013 quedan Mats Hummels y Marco Reus. Desde aquella temporada el Dortmund tuvo que soportar una fase hegemónica del Bayern que ganó 11 veces consecutivas la Bundesliga, serie que acaba de romper el Bayer Leverkusen.
La final de 2013 fue al mismo tiempo el punto culminante y el comienzo del fin de la era Klopp que terminaría en 2015 en medio de una temporada que al final alcanzó para un séptimo puesto que dio la clasificación a la Liga Europa y para la final de la Copa de Alemania, que perdería ante el Wolfsburgo.
Klopp fue relevado por Thomas Tuchel, que llegó duró dos temporadas y ganó una Copa de Alemania. Después vino una fase en la que el Dortmund pareció no encontrar paz. Los nombres de entrenadores se sucedían: Peter Bosz, Peter Stöger, Lucien Favre, Edin Terzic, Marco Rose y otra vez Edin Terzic.
Terzic, que era segundo entrenador cuando relevó a Favre, ha sido de todos el más exitoso.
En 2021 ganó la Copa de Alemania. En 2023, tras regresar al club, estuvo cerca de acabar con la hegemonía del Bayern en la Bundesliga que dejó escapar el caer en la última jornada ante el Maguncia.
El ánimo en el club está muy lejos de la euforia que llegó a crearse durante la era Klopp.
Durante los 11 años que han pasado el equipo ha logrado mantenerse en la parte alta de la clasificación de la Bundesliga a donde lo había devuelto Klopp, que llegó en 2008, tras años críticos.
Se ha clasificado siempre a las competiciones europeas y sólo en una ocasión tuvo que conformarse con la Liga Europa y no la Liga de Campeones. En ese sentido puede decirse que han logrado mantener parte de su legado. Pero los éxitos de la era Klopp siguen pesando como una sombra.
Los entrenadores que han llegado después de Klopp no han tenido la ventaja que tuvo él de trabajar sin presiones consciente de que se trataba de superar una crisis y devolverle al Dortmund su perdida grandeza.
Terzic parece ser el que ha contado con mayor crédito y su perfil tiene mucho que ver con lo que representa el Dortmund. Ahora está ante otra final que muchos consideran como una misión imposible.