Madrid, 18 jun (EFE).- A pesar de los muchos desafíos políticos y económicos por los que han pasado muchos países latinoamericanos, también Venezuela, se sigue creando un arte «dinámico y potente» en la región, según la coleccionista y filántropa venezolana Patricia Phelps de Cisneros, algo que a ella le da «mucha esperanza».
«El arte no tiene que ser bello en un sentido tradicional. Es un reflejo de la propia complejidad del mundo. Puede ser perturbador, inquietante, desorientador. Lo que no puede ser es indiferente», asegura a EFE Phelps, que este martes recibe en Madrid la Placa Conmemorativa de la Escuela Superior de Música Reina Sofía.
«El arte nos puede enseñar el valor del pensamiento libre y crítico como pocas otras cosas. No se hace con un propósito instrumental, sino para expresar algo profundo del ser humano», apostilla al responder por escrito a un cuestionario remitido por EFE.
Y en el caso concreto de la música, esta «apela a los valores espirituales, que es algo que el mundo necesita, y puede unir comunidades a pesar de las ideologías», explica Phelps, viuda del empresario venezolano Gustavo Cisneros.
E incide: «Hace mucho que no concibo mi vida sin música o sin arte y creo que nos pasa a muchos.»
Añade que es un inmenso honor recibir el reconocimiento de la Escuela Superior de Música por su compromiso con la formación musical, que le entrega la reina Sofía, al igual que a otras personalidades en la ceremonia de clausura y concierto del curso académico 2023-2024.
Es «un proyecto de vida -comenta- que ha dado muchos frutos y un reconocimiento a la creatividad de tantos músicos venezolanos» que han pasado por este centro internacional de formación a través de la Fundación Mozarteum Venezuela, creada por ella y su esposo.
El arte y lo más profundo del espíritu humano
El arte puede sanar espíritus (la música es ejemplo de ello), pero también puede atormentarlos, agitar conciencias individuales y colectivas… ¿Cuál diría que es el misterio de esa fuerza?
«El arte -responde Phelps- puede llegar donde la pura lógica o el lenguaje no llegan, a lo más profundo del espíritu humano».
Y su valor trasciende el espacio y a las generaciones: «El arte es el rastro material que dejan las civilizaciones. De él podemos llegar a conectarnos en profundidad con personas de otros tiempos y otras culturas».
La Colección Patricia Phelps de Cisneros (CPPC) es conocida, y reconocida internacionalmente, por donaciones de cientos de obras de arte latinoamericano a museos públicos de varios continentes. ¿Con qué fin?
«El objetivo que nos planteamos Gustavo y yo -recuerda- y que sigue nuestra hija Adriana fue sencillo: llevar el arte latinoamericano a los principales escenarios del mundo. Antes existía un desconocimiento muy profundo y un estereotipo negativo sobre la cultura latinoamericana y creo que hoy eso ha mejorado».
«A pesar de los muchos desafíos políticos y económicos por los que han pasado muchos países latinoamericanos, y ciertamente Venezuela, sin embargo se sigue creando un arte dinámico y potente y eso me da mucha esperanza», concluye.
Phelps colaboró con la fundación de la Escuela Superior de Música Reina Sofía (1991) y es miembro de su Círculo Internacional, creado para promocionarla en el mundo y consolidar el apoyo de un grupo de mecenas que contribuyen al desarrollo de este centro de formación musical.
La Colección Patricia Phelps de Cisneros (CPPC) incluye arte moderno, contemporáneo, del período colonial, de la región del Orinoco y obras y otro material de artistas viajeros en América Latina durante los siglos XVII, XVIII y XIX.
Jesús Lozano