Todos los 15 de mayo tiene lugar en Madrid la festividad de San Isidro Labrador, una fiesta que marca el calendario laboral y que cierra las dos semanas grandes de la capital que comienzan con la fiesta de la Comunidad del 2 de mayo.
No obstante, no mucha gente conoce por qué San Isidro Labrador es el patrón de Madrid ni la historia que hay detrás de esta fiesta castiza.
San Isidro Labrador, patrón de las profesiones del campo, se dice que nación en la calle de Las Aguas Nº1, en la antigua Mayrit (hoy Madrid), en 1082. De origen muy humilde y de raíces mozárabes, a San Isidro se le recuerda sobre todo por sus habilidades como zahorí, es decir, una persona a quien se le atribuyen facultades para descubrir manantiales subterráneos.
Según las fuentes que se conservan del momento, San Isidro realizó cinco milagros que, a posteriori, se convirtieron en más de 400. Entre las leyendas más famosas, se encuentra la que narra como San Isidro, ofreciendo comida de una olla que se encontraba a la mitad, pudo multiplicar su contenido para dar de comer a todos los madrileños que se acercaron en ese momento. También se cuenta como San Isidro, mediante su oración, fue capaz de atraer a las lluvias de primavera, tan necesitadas en aquellos tiempos. Por eso hoy día también muchos labradores siguen encomendándose al santo para pedir la caída de la lluvia.
San Isidro Labrador, además, estuvo casado con Santa María de la Cabeza, otra santa que también mantiene una estrecha relación con la capital. Durante su vida se dice que sirvió a la noble familia Vargas y a otros tantos señores terratenientes como Francisco Vera, donde, bajo su servicio, obró diferentes milagros.
Y, pese a que no fue canonizado por el Papa Gregorio XV hasta el 12 de marzo de 1622, los madrileños ya le rendían culto a su figura desde el siglo XII. Por ello, las autoridades eclesiásticas, municipales, la aristocracia madrileña y la corona real española lideraron su proceso de canonización en el siglo XVI.
Esta tradición se ha mantenido desde entonces en la capital. Los madrileños cada 15 de mayo se acercan a la Pradera de San Isidro para pasar la tarde en honor a esta figura, vestidos con sus típicos trajes de chulapos y chulapas. Sin embargo, no es la capital la única ciudad de la que es patrón, y el 15 de mayo también es día festivo en otros puntos de España como Talavera de la Reina, Estepona, Rosal de la Frontera o Villar de Cañas.