Desde 1992, la Comunidad de Madrid lleva publicando un Catálogo Regional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres para llevar un control de la situación medioambiental de la región. En este Catálogo se incluye, además, una categoría de “Árboles Singulares”, que integra a unos 280 ejemplares cuya protección exige medidas específicas.
Algunos de estos ‘Árboles Singulares‘ merecen una vista por su espectacularidad e historia. Ellos son los seres vivos más viejos de toda la Comunidad y bajo sus pies han paseado desde romanos y visigodos hasta el ejército de napoleón. En este artículo hemos seleccionado tres de los más importantes, con el objetivo de que estos vecinos madrileños también tengan su merecida mención.
El Ahuehuete de El Retiro
Este ‘Árbol Singular’ es especial por ser el más antiguo de El Retiro y de toda la ciudad de Madrid. Se trate de un Ahuehuete, una especie centenaria de hojas finas y persistentes. Precisamente gracias a estas características, el Ahuehuete de El Retiro logró sobrevivir al temporal de nieve Filomena, que dañó gran parte del arbolado de este icónico parque.
Existe controversia respecto a su edad. Mientras que algunas fuentes datan su fecha de plantación en 1633, cuando el árbol pudo ser enviado por el obispo de Oaxaca con motivo de la inauguración del Real Sitio del Buen Retiro, otros estudios aseguran que éste sería plantado tras la destrucción del arbolado de El Retiro ocasionada por la invasión de la península del ejército de Napoleón.
Sea como fuere, este espectacular árbol, también conocido como el ciprés calvo, impresiona por sus 25 metros de altura. Se encuentra situado a la entrada del jardín por la puerta de Felipe IV, frente al Casón del Buen Retiro, y está protegido por una valla metálica. Por suerte, podremos disfrutar mucho más tiempo de él puesto que su especie tiene una esperanza de vida de unos 500 años.
El Tejo del arroyo de Barondillo
Hablar del Tejo de Barondillo es hablar de Historia viva. Se trata de un tejo milenario, al que se le estima una edad de entre 1.200 y 2.000 años. Esto le convierte en uno de los seres vivos más longevos de toda España y es, sin duda, el más antiguo de toda la Comunidad de Madrid.
Su localización, de difícil acceso, le ha permitido sobrevivir al paso de romanos, visigodos y árabes, pues se sitúa junto al arroyo de Barondillo, un pequeño afluente del río Lozoya, que nace en el último rincón de la ladera norte de la Cuerda Larga, en Rascafría.
Las dimensiones de este espécimen tampoco dejan indiferente a quien lo observa. Para ser un tejo, su tronco tiene un diámetro que se acerca a los 10 metros. Diámetro al que, si sumamos sus ramas, llega hasta los 15 metros de ancho y, por si fuera poco, alcanza unos fantásticos 8 metros de altura. Además, presente una superficie irregular, con muchas oquedades, algunas de ellas de hasta tres metros de diámetro.
Los tejos siempre han sido símbolos de longevidad y, también, de muerte, pues algunas de sus partes es venenosa. Por esto es que en muchos cementerios de España se plantó esta especie de árbol.
El Taray del Gallo
Por último, nos encontramos con el Taray del Gallo. Otro ‘Árbol Singular’ que se puede encontrar en la ribera septentrional del río Henares, en la Finca ‘El Encín’, en Alcalá de Henares, un centro agropecuario de investigación gestionado por el IMIDRA.
El Taray del Gallo cuenta con unos 120 años de edad, muy bien llevados, pues alcanza una sorprendente altura de 11,50 metros que se apoya en un tronco de 2,30 metros de diámetro.
Los Taray son árboles caducifolios que suelen vivir cerca de ríos o zonas muy caudalosos de suelo salino. Sus hojas son pequeñas y escamiformes y en primavera el árbol florece dando unas flores blancas y rosa pálido.