Taipéi, 13 sep (EFE).- El presidente taiwanés, William Lai (Lai Ching-te), subrayó este viernes la importancia de que los futuros cuadros militares de Taiwán sean “leales a la nación y al pueblo” para combatir los intentos de “infiltración” por parte de China, que considera a la isla como una provincia rebelde.
“Ante las amenazas y la infiltración de China, los estudiantes deben recordar sus razones para unirse a las Fuerzas Armadas, siendo leales a la nación y al pueblo, cumpliendo con las expectativas de sus familiares y compatriotas”, manifestó Lai durante la apertura del nuevo curso académico de suboficiales, que tuvo lugar en la Academia Naval de Zuoying (sur de Taiwán).
Lai, tachado de “secesionista” y “alborotador” por las autoridades de Pekín, señaló que China “no ha cesado sus amenazas militares y propaganda contra Taiwán” en los últimos años, por lo que insistió en “seguir fortaleciendo” las capacidades defensivas de la isla y “cooperar con países democráticos para disuadir a través de la fuerza”.
“Los estudiantes, como miembros clave de las Fuerzas Armadas, deben ser firmes en la defensa de la soberanía nacional y del sistema democrático”, recordó Lai, agregando que su Gobierno continuará siendo un “sostén” para las Fuerzas Armadas, “mejorando el entorno de servicio, renovando las instalaciones militares y modernizando el equipo para fortalecer su capacidad de combate”.
“Continuaremos impulsando reformas en la Defensa, eliminando formalidades innecesarias para una mayor eficiencia”, sentenció el presidente, que apareció en el acto acompañado por su ministro de Defensa, Wellington Koo, y por los comandantes de las tres ramas de las Fuerzas Armadas.
Las palabras de Lai inciden en uno de los principales problemas del Ejército taiwanés, que no ha estado exento de casos de espionaje en los últimos años: el pasado 22 de agosto, ocho personas, incluyendo oficiales en activo, fueron condenadas a penas de entre 18 meses y 13 años de prisión por recopilar información de inteligencia para China.
El Ministerio de Defensa Nacional (MDN) también ha abierto una investigación contra un general retirado por haber participado presuntamente en un evento favorable a la “unificación” en Hong Kong a finales del mes pasado, en donde incluso se puso en pie para cantar el himno nacional chino, según medios locales.
En este contexto, tanto Lai como su ministro de Defensa han enfatizado reiteradamente la necesidad de “reformar” las Fuerzas Armadas y rechazar la “doctrina de la capitulación”, en referencia a la hipótesis de que un primer ataque de China provocaría la rendición inmediata de las fuerzas taiwanesas.
Taiwán -adonde se retiró el ejército nacionalista chino tras la derrota a manos de las tropas comunistas en la guerra civil- se ha gobernado de forma autónoma desde 1949, aunque China reclama la soberanía sobre la isla, a la que considera una provincia rebelde para cuya «reunificación» no ha descartado el uso de la fuerza.
Desde que Lai tomara posesión de su cargo el pasado mayo, China ha incrementado su presión militar sobre Taiwán, cuyo Gobierno ha propuesto aumentar el presupuesto de Defensa hasta un “máximo histórico” de 647.000 millones de dólares taiwaneses (20.215 millones de dólares) para 2025.