La Paz, 26 sep (EFE).- Opositores de Bolivia manifestaron este jueves su molestia y expresaron que sospechan que la renuncia del ministro de Justicia, Iván Lima, se debe a que el presidente Luis Arce prepara un cambio estratégico para nombrarlo fiscal general del Estado, dejando a un lado el proceso legislativo que actualmente se realiza para elegir a esa autoridad.
«Renuncia Iván Lima porque tiene un plan perverso comandando por Luis Arce, pretenden designar como fiscal general a este personaje violentando los procedimientos constitucionales», afirmó la diputada opositora Luisa Nayar de la alianza Comunidad Ciudadana (CC) en sus redes sociales.
Por su parte, el diputado opositor José Manuel Ormachea también de CC, señaló a medios de comunicación que el «arcismo va a querer que naufrague el proceso de negociación en la Asamblea Legislativa para designar por voto al fiscal general, va a pretender que mediante decreto supremo intente designar a Iván Lima como fiscal».
Lima renunció hoy de forma «irrevocable», en medio de la pelea entre el Gobierno de Luis Arce y el expresidente y líder del oficialismo Evo Morales (2006-2019), quien ha exigido al Ejecutivo el cambio de ministros.
La dimisión de Lima ocurre tres días después de que Morales exigiera a Arce el cambio de sus ministros de la Presidencia, María Nela Prada; de Gobierno (Interior), Eduardo del Castillo; de Obras Públicas, Edgar Montaño, y también de Lima, acusándoles de «narcos, corruptos y drogos».
El ministro Eduardo Del Castillo dijo que Lima no está en la lista de los postulantes a fiscal general por lo que la denuncia de los opositores «es completamente falsa».
El diputado del oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS) y afín a morales, Héctor Arce, afirmó que Lima fue «un sicario judicial».
«Bajo la protección de Lucho Arce cumpliste los objetivos de proteger a los ricos, a los fuertes y poderosos, poner de rodillas a todo un sistema judicial», publicó en sus redes sociales.
Wilfredo Chávez, exprocurador del Estado y seguidor de Morales, llamó «cobarde» a Lima por haber renunciado, y agregó que su gestión se tradujo en «la degradación de la justicia, la ruptura democrática al privar a la Asamblea Legislativa de sus funciones constitucionales».
Arce y Morales libran una larga batalla por el control del oficialista MAS y el Ejecutivo boliviano. El exmandatario quiere que se le habilite de nuevo como candidato a la Presidencia a pesar de una prohibición constitucional, y busca medidas de presión contra el Gobierno y el Tribunal Electoral con este fin.
