El proyecto contempla la instalación de cámaras, micrófonos y botones de pánico en los taxis, herramientas que podrán activarse en caso de emergencia y que estarán conectadas directamente a una central de alarmas. Estas medidas buscan dotar al gremio de taxistas de los recursos necesarios para garantizar su seguridad, especialmente en los turnos nocturnos, donde los riesgos son mayores.
Luis Miguel Torres, director general de Transportes y Movilidad, mantuvo una reunión con representantes del sector para detallar el plan y transmitir las condolencias del Gobierno regional por la reciente pérdida de un compañero taxista en Alcalá de Henares. Según Torres, la propuesta ha sido «muy bien recibida» por todas las partes involucradas.
El objetivo principal de esta iniciativa es mejorar la seguridad de un colectivo esencial para el transporte público en Madrid. «Queremos ofrecer las mejores herramientas a un sector especialmente expuesto, y cuya labor es fundamental en la red de transporte de nuestra comunidad», destacó Torres al finalizar el encuentro.
Este proyecto refuerza el compromiso del Ejecutivo regional con la seguridad de los profesionales del transporte público.