Justo dos días antes de esta entrevista, la autora ha tenido que darse de baja médica por un severo problema de salud. Nos responde su amiga y editora, Chiqui Lorenzo, que colabora con ella en este proyecto. Desde aquí, un saludo y nuestros deseos de una pronta recuperación..
¿A qué edad empezó a escribir Carolina? Empezó muy chiquita y casi, casi sin querer. Tenía doce años cuando en Manualidades les mandaron escribir un pequeño cuento, y ella se inventó un mundo muy visual, muy en imágenes, donde vivía un duendecillo llamado Fly que tenía que resolver varios enigmas. Fly es ahora Siri Ocra, el mágico personaje que está llevando un poquito de luz a la casa de varios chavales.
¿Cómo y porqué, decidió dedicarse a la escritura? Bueno, yo creo que en el caso de Carolina no es una decisión, no es sentarse y pensar voy a escribir y me voy a dedicar a esto y tal. Carolina tiene un mundo interior muy intenso, muy rico, que pugna por salir y acaba saliendo, si no es de una manera es de otra.
Empezó escribiendo novela, poesía y otros géneros literarios, ¿Qué le llevó a escribir literatura infantil? Pues eso os iba a decir. Que no lo sé. Es un salto en el vacío tremendo pasar de la narrativa erótica a la poesía intimista para caer de repente en el mundo de la fantasía. Pero la vida es así, y Carolina más. Pienso que el catalizador pudo ser de alguna manera la Asociación. Carolina estaba de vacaciones en Bali, quemadísima con los problemas con su editorial: el libro estaba en internet, ella no veía un euro, ect… lo de siempre. Buscó en el google “asociación escritores” y ahí estábamos nosotros, www.asociacionescritores.com. Cuatro gatos, por aquel entonces. Nos contactó, la asesoramos, y no sé, el apoyo del grupo, el ver que hay más soñadores que sacan adelante sus sueños…
¿Cómo se escribe para los niños, hace falta pensar como niño para hacerlo? Personalmente, como editora, pienso que no. Carolina es un adulto, piensa como un adulto, pero sabe ofrecerle al niño eso que busca aunque no lo sepa.
Su último libro, “Siri Ocra”, forma parte de una trilogía, que se llama Mundo de Fantasía, que lo formarán una serie de cuentos, ¿Cómo nace “la idea de hacer una trilogía de cuentos? Hombre… la idea nace, sencillamente, porque un cuento se te queda pequeño. Hay más ideas que transmitir, colores, imágenes, personajes y formas que quieren salir. Y una trilogía está bien, se puede cerrar el círculo.
¿Para cuándo tiene previsto sacar los dos cuentos restantes de la trilogía? “Raorau y el gran Alerbo” ya casi está, saldrá hacia finales de enero y os avisaremos. Y hay que darle tiempo a madurar antes de sacar el siguiente.
Parte de lo recaudado por las ventas de este libro se dedican a proyectos solidarios, háblenos de ellos. Carolina lo que tenía muy claro desde que empezó a escribir es que no necesitaba vivir de la literatura, que lo que quería era ayudar a familias con algún crío con dificultades serias. Empezó con Markel, un adolescente vasco aquejado de piel de mariposa, una enfermedad dolorosísima y con unos gastos brutales. Siguió con Pablo, un niño normal cuya vida se vio truncada de repente por una extraña necrosis cerebral. Tenemos también a Moni, un bebé de treinta años, cuyo hermano y mayor apoyo, Alfonso, cayó víctima del cáncer después de pelear catorce años. Sofía, aún a medio diagnosticar…
Uno de los proyectos solidarios que tiene en marcha es el de ayudar a “Said”, háblenos un poco de ello. ¿Cómo piensa llevarlo a cabo y qué tipo de acciones tiene pensado hacer? A Said le conoció a través de la cafetería del gimnasio de Alcorcón, en Tres Aguas, donde tienen una hucha para recaudar fondos para este niño. El niño padece leucoencefalitis, una enfermedad devastadora y sin cura que le ocasiona una discapacidad tremenda. De momento, lo primero que haga cuando la salud se lo permita será realizar cuentacuentos solidarios, cuya recaudación íntegra va a la familia.
¿Es difícil sacar adelante un proyecto literario y solidario como el suyo?, ¿Cuentan con las suficientes ayudas para ello? Es dificilísimo. Requiere una cantidad de esfuerzo tan considerable que a veces hasta te planteas si vale la pena. De cada diez puertas que llamas, nueve están cerradas. Por cada “sí” habrá contabilizado un montón de “No”, pero ese “Sí”, como el vuestro, vale millones. ¿Ayudas? Aquí la única ayuda es la de los amigos y la de las personas que compran el libro, las que le escriben diciéndole que lo está haciendo bien, las que se interesan y se lo hacen saber.
Háblenos del tipo de acciones que, desde medios como el nuestro, podríamos iniciar para ayudar a estas causas. Yo creo que falta información. La gente sabe que existen estos temas, pero hasta que no te toca de cerca no te das cuenta. Hay que acercarlos, hacerlos vivos y reales, porque viven ahí, en la puerta de al lado. Aquí en Alcorcón además de Said tiene que haber un montón de familias con dificultades de este tipo. Y a todos se les puede ayudar, con difusión, con apoyo constante.
Antes de finalizar, díganos en donde se puede conseguir su libro para trasladárselo a los vecinos y las vecinas de Alcorcón. El libro lo vende a través de su facebook, Mundo de Fantasía Trilogía/Saga de cuentos infantiles, y aunque tiene ayuda para administrar la página, si ella no está operativa, pueden contactar a través de la Asociación de Escritores, [email protected], o comprarlo online en www.narradores.club. En Amazon también está ya “Siri Ocra y el mundo de lo Absurdo” para kindle, y los que necesiten epub u otro formato se lo pueden pedir a ella directamente.
Y por último, nunca cerramos una entrevista sin pedirles que nos dediquen unas palabras para nuestro medio. Os agradecemos infinito el haber abierto vuestras páginas a esta iniciativa y la difusión que con ello se consigue. Carolina aprovechará el ‘impasse’ para seguir escribiendo y sobre todo ayudando en lo que sea posible hasta su recuperación. También agradeceríamos que nos dejéis la puerta abierta para la difusión de los futuros libros y a las causas actuales u otras que se vayan uniendo a este proyecto literario/solidario. Y que 2016 nos traiga a todos paz, cordura y solidaridad.