Madrid, 1 nov (EFE).- El nuevo batacazo del Real Madrid de baloncesto fuera de casa, ante el Maccabi de Tel Aviv en la Euroliga, ha abocado al equipo blanco a su peor racha a domicilio desde que Chus Mateo ocupa su banquillo, al encadenar seis derrotas consecutivas entre la Liga Endesa y la competición europea.
Mateo cumple su tercera temporada como técnico, después de suplir a Pablo Laso, y hasta ahora no había sufrido una estadística tan negativa lejos del Wizink Center, lo que ha situado a los blancos en el puesto duodécimo de la Euroliga después de siete jornadas, fuera de los puestos que dan acceso a jugar la fase final.
A las dos derrotas en la liga doméstica, frente al Leyma Coruña y el Surne Bilbao, se unen las de Bayern Múnich, Baskonia, Olympiacos y Maccabi.
Hay que remontarse a la última temporada de Laso en el banquillo blanco para encontrar unos datos tan negativos.
Entre febrero y marzo de 2022, el Real Madrid sumó seis tropiezos seguidos fuera de casa en la Euroliga (Fenerbahce, Zalgiris, Estrella Roja, Efes, Maccabi y Panathinaikos), que enlazó con otras tres en la Liga Endesa (Gran Canaria, Barcelona y Bilbao Basket).
En aquella temporada, en cambio, al equipo blanco acabó con un buen saldo, puesto que se hizo con la liga y fue subcampeón en la competición continental al perder con Anadolu por un punto.
Mateo, con contrato hasta final de la temporada 2025/26, hizo un llamamiento a la calma tras el partido contra el Maccabi y confió en la respuesta de la plantilla: «Tenemos que seguir luchando y estar unidos».
Antes de su gira por Atenas y Belgrado, opinó que la clave es ir de menos a más y estar a pleno rendimiento cuando lleguen los partidos decisivos. «Tenemos que intentar llegar al final con opciones de competir, es el único objetvo a medio y largo plazo que nos ponemos», es su teoría.
Las estadísticas en Europa, con su saldo de tres victorias y cuatro derrotas, dejan claro que el rebote y la defensa son los lastres del conjunto madridista, además de la mala gestión y la falta de intensidad en el tramo final de los partidos.
En el total de rebotes por partido, ocupa el puesto 11, con una media de 33,4. En los defensivos, mantiene el tipo (cuarto, con 25,1), pero en el ofensivo, está en la cola de los 18 equipos, con 8,3, cinco menos que el Fenerbahce, líder en ese apartado.
En las siete jornadas, ha encajado una media de 82,1 puntos y su índice de robos denota la falta de tensión, al sumar solo 5,1, lo que le sitúa en el puesto 13 empatado con el Maccabi.
«Es cuestión de tiempo, porque ahora nos sentimos un poco verdes en estas situaciones. Tenemos un equipo nuevo y es complicado. Aún es pronto y es difícil alcanzar el éxito inicial de la temporada pasada, cuando podía jugar con el Chacho o Poirier con los ojos cerrados», fue el análisis que hizo el alero croata Mario Hezonja antes de jugar en Atenas.
Después de los tropiezos de su gira europea de esta semana, el Real Madrid tiene una última cita fuera de casa este domingo frente al UCAM Murcia, al que derrotó en la pasada final de la Liga Endesa.
Sus dos siguientes salidas europeas serán en Italia, ante el Emporio Milán, el día 7, y el Virtus Bolonia, el 12, antepenúltimo y penúltimo en la tabla, respectivamente.
Ante el Maccabi, además de los lesionados Andrés Feliz y Usman Garuba, fueron bajas de última hora Dzanan Musa, con molestias en un tobillo, y el pívot Serge Ibaka, con un problema intestinal, quien se espera que esté disponible en Murcia.
Carlos Pérez Gil