Madrid, 8 oct (EFE).- Los Teatros del Canal estrenan en Madrid este sábado 'The Second Woman' (La segunda mujer), obra en la que María Hervás, durante 24 horas consecutivas, repite la misma escena 100 veces con 100 hombres diferentes, un maratón interpretativo que la actriz califica de «estudio sociológico sobre los roles de género que termina siendo feminista».
24 horas seguidas de teatro. Una prueba de resistencia en la que María Hervás, con peluca rubia y encapsulada en una habitación transparente, recibirá a cien hombres, todos desconocidos menos ocho, y representará el mismo ritual: una conversación, un baile y una comida, todo ello en menos de diez minutos.
El texto de la escena es fijo, no está ensayado y los 100 voluntarios pueden improvisar un poquito al inicio, «pero luego es un texto que se repite y que se tienen aprender», ha explicado este viernes a EFE María Hervás, Premio Fundación Princesa de Girona Artes y Letras 2022.
Con pausas de 15 minutos cada dos horas, para la intérprete y el público, se desarrollará esta experiencia que no está pensada para verse completa, «aunque quien quiera puede hacerlo».
Aunque siempre sea el mismo texto, las escenas resultan muy distintas, dependiendo de la persona que tenga delante. «Todo el mundo no baila igual ni te besa de la misma manera ni reacciona de idéntica forma tras hacerle varias cobras. Ni ellos ni yo sabemos cómo vamos a reaccionar».
El desarrollo del montaje le ha permitido a Hervás explorar sobre sí misma. «Estoy aprendiendo a reconciliarme con mi propio deseo, a entender que el deseo es totalmente cambiante y que te puedes permitir ir al ritmo de tu deseo», ha defendido la actriz.
«Las mujeres soterramos nuestros propios deseos. Queremos complacer a todo quisqui, queremos que nuestro padre esté bien, que nuestro jefe esté bien, que nuestra amiga esté bien. Pero cuándo a una mujer nos preguntan y tú qué quieres, no tenemos ni idea de qué contestar. A mí me ha pasado».
«No es una pieza feminista per se. Es un estudio sociológico sobre los roles de género, sobre la conexión entre los seres humanos, pero necesariamente termina siendo feminista, pero no porque se busque».
A lo largo del espectáculo van pasando masculinidades y Hervás va aguantando las acciones que ellos proponen basadas en su estructura sólida de género, «el público termina generando una empatía hacia mí, bueno hacia la figura de la mujer».
«Por eso termina siendo feminista, pero la obra no cuenta nada sobre el feminismo», dice Hervas quien explica que tiene libertad para echar a quien desee de la escena si fuera su deseo.
«Desde niña soy muy samurái, sé que mi cuerpo aguanta»
Ante este estreno confiesa que no esta relajada, pero es consciente de lo que le espera, ya lo ha interpretado en Sevilla y Barcelona.
«Es el reto más grande al que me he enfrentado», asegura Hervás, quien, para este experimento no se prepara de ninguna manera especial.
«Desde jovencita he sido muy samurái. Entreno todos los días, como sano, duermo mis horas y nunca me he drogado, sé que mi cuerpo me va a responder».
Procura vivir sin sobresaltos. «Evito sustos de carácter emocional e intento estar tranquila para que nada ocupe demasiado espacio en mi cabeza».
El proceso permite que el espectador se asome por unos minutos o un tiempo determinado para entender lo que se desarrolla en esos encuentros, «sin embargo, el publico ve la primera escena y se pica, es como comer pipas: es adictiva».
Un proyecto que fue «un flechazo»
La actriz María Hervás ha llegado a este proyecto por azar. «Fue todo un flechazo, un cadena de coincidencias. Vi el montaje en Londres, protagonizado por Ruth Wilson y me encantó. Llamé a Josep Domènech con la idea en la cabeza, y la mayor coincidencia llegó cuando Francesc Casadesús dijo que esta pensando en el proyecto».
Creada en Australia en 2017 por la artista multidisciplinar Nat Randall y la cineasta y crítica Anna Breckon, codirectoras también de la propuesta española con María Hervás, la pieza 'The Second Woman' (La segunda mujer) forma parte del 42º Festival de Otoño de Madrid.
Una edición, en laque la directora Pilar de Yzaguirre, de 86 años, también ha incluido la versión integra de 'The seven streams of the river Õta' (del 16 al 26 de noviembre), pieza de siete horas de duración que ilustra siete relatos dolorosos entre 1945 y 1995 a través de una gran historia de amor.