Los reyes de España inauguran hoy la cuadragésima edición de la feria de arte contemporáneo ARCO, que vive su año más atípico, desplazada al mes de julio por la pandemia y con menos galerías de las habituales, pero con la esperanza puesta en recuperar el mercado del arte
Los reyes de España inauguran hoy la cuadragésima edición de la feria de arte contemporáneo ARCO, que vive su año más atípico, desplazada al mes de julio por la pandemia y con menos galerías de las habituales, pero con la esperanza puesta en recuperar el mercado del arte.
En la cita participan 130 galerías de todo el mundo que ofrecen obras de más de 1.500 artistas.
Abierta desde ayer al público profesional, la feria se prolongará hasta el domingo, 11 de julio, y el fin de semana estará dedicado al público general.
ARCO ha adaptado su recorrido a la pandemia: se han ampliado los pasillos dos metros, el recorrido tiene menos recovecos y a la entrada y la salida hay control de temperaturas. La mascarilla es obligatoria en todo el recinto y el aire se renueva tres veces a la hora.
Junto a las principales galerías españolas, ARCO 2021 mostrará la oferta de decenas de expositores internacionales -más de la mitad de la nómina- como la austriaca Krinzinger, que no se ha perdido ni una edición de las 40 que ha celebrado esta feria.
Pese a que hay grandes obras de precios altos, las galerías han abierto la horquilla de precios hacia abajo. Guillermo de Osma, por ejemplo, tiene un Richard Serra por 550.000 euros, pero también obra original de Ismael Smith o Servando del Pilar por 360 euros, un ejemplo de la variada propuesta de precios que marca el carácter de esta edición.
Fuente: © EFE 2021