Washington, 26 nov (EFE).- El Gobierno de Joe Biden informó al equipo del presidente electo, Donald Trump, en dos ocasiones sobre las negociaciones para un alto el fuego entre Israel y el grupo chií libanés Hizbulá: primero tras las elecciones del 5 de noviembre y nuevamente en las últimas 24 o 48 horas, dijo un alto funcionario estadounidense a la prensa.
Según esa fuente, el equipo de Trump «parece estar a favor» de este acuerdo. Trump no se ha pronunciado al respecto hasta ahora, aunque previamente ha manifestado su apoyo a Israel y su deseo de que tanto la guerra en Líbano como el conflicto en la Franja de Gaza terminen lo antes posible.
El funcionario explicó que el equipo de Trump «no participó en estas negociaciones», impulsadas por la Administración de Biden, aunque se le mantuvo informado de su evolución.
La primera notificación se produjo tras la victoria de Trump en las elecciones del 5 de noviembre, cuando las negociaciones habían alcanzado su punto «más intenso».
Según la fuente, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, comunicó en privado a asesores estadounidenses que existía una «ventana» para cerrar el acuerdo, lo que aumentaba «la probabilidad de que las conversaciones llegaran a buen puerto» y, en ese contexto, la Administración de Biden decidió informar al equipo del presidente electo, explicó el funcionario.
La segunda notificación ocurrió en las últimas 24 o 48 horas antes de que Biden anunciará el acuerdo de alto el fuego oficialmente en un discurso en la Casa Blanca.
Según la fuente, el equipo de Trump «parece estar a favor» del acuerdo por «razones obvias», ya que considera que beneficia a Israel, a Líbano, a la seguridad nacional de Estados Unidos.
El alto el fuego acordado entre Israel y Líbano entrará en vigor mañana miércoles a las 10.00 hora local (8.00 GMT), según confirmó Biden.
La propuesta contempla tres etapas: una tregua inicial, seguida del repliegue de las fuerzas del grupo chií libanés Hizbulá al norte del río Litani; la retirada total de las tropas israelíes del sur de Líbano en un plazo de 60 días, y, por último, negociaciones entre ambos países para delimitar su frontera, que actualmente corresponde a una línea trazada por la ONU tras la guerra de 2006.
A pocas horas de la entrada en vigor del alto el fuego, destinado a frenar una escalada bélica que lleva más de un año y se agravó a finales de septiembre, la fuerza aérea israelí continúa bombardeando con intensidad varias zonas de Líbano, incluida la capital, Beirut, en uno de los ataques más violentos desde el inicio del conflicto.