París, 16 dic (EFE).- Marine Le Pen, líder del ultraderechista Agrupación Nacional (RN), salió relativamente satisfecha de su primer encuentro con el nuevo primer ministro francés, François Bayrou, y valoró que el «método» presentado le parece «más positivo» que el del anterior jefe de Gobierno, Michel Barnier.
«El método parece más positivo, ahora hay que esperar a que sea útil», declaró este lunes Le Pen, al salir de la reunión en Palacio de Matignon, sede del Gobierno.
La dirigente de la extrema derecha aludía a la moción de censura que RN votó junto a la izquierda y que sirvió para forzar el pasado 4 de diciembre la dimisión del conservador Barnier, quien estuvo apenas tres meses en el cargo.
La tres veces candidata presidencial había justificado su decisión por sentirse ninguneada por el antiguo jefe de Gobierno.
En todo caso, Le Pen matizó que es «lo suficientemente experimentada» como para quedar satisfecha con «una sola conversación» con el centrista Bayrou.
También recordó sus reivindicaciones: defensa del poder adquisitivo, el control de la inmigración, «la grave crisis de seguridad» y el cambio del sistema electoral del actual mayoritario hacia uno proporcional, que, según Le Pen, reflejaría de manera más fiel en escaños que su partido fue el más votado en las elecciones de este año.
«Sabemos que el primer ministro (Bayrou) es favorable al sistema proporcional. Se trata de un tema que debería ser prioritario tras los Presupuestos», agregó.
El RN, líder en número de votos en las últimas legislativas de julio, con casi 11 millones en la segunda vuelta, obtuvo 123 diputados, lejos de los 193 de la toda la izquierda unida, que sumó 7,2 millones.
Tras recibir a Le Pen, Bayrou se entrevista en este momento con el líder del partido macronista Renacimiento, Gabriel Attal. Después, será el turno de los socialistas y por último de Los Republicanos.
La Francia Insumisa, la fuerza de izquierdas mayoritaria y la tercera en número de diputados en la Asamblea Nacional, ha declinado, de momento, verse con Bayrou.
El nuevo jefe de Gobierno, designado por el presidente Emmanuel Macron necesita el apoyo expreso o tácito de la mayoría de los partidos de la Asamblea para cerrar la crisis política agravada por la caída del Ejecutivo de Barnier por una moción de censura votada por la izquierda y el RN, que coincidieron en desaprobar el proyecto de Presupuestos de 2025.
La aprobación de esos Presupuestos, que ha dejado en el aire una serie de medidas tributarias importantes para la clase media, la reducción del déficit -6,1 % del producto interior bruto (PIB) en 2024- y de la deuda -112 % del PIB- figuran entre las grandes prioridades del futuro Gobierno, en un momento desconfianza internacional en el que la agencia de calificación Moody’s acaba de degradar en un escalón la nota de la deuda soberana francesa.
Mientras intenta encajar las piezas del rompecabezas parlamentario, Bayrou también moverá pieza para afinar la composición de su Ejecutivo.