Declara el dueño del restaurante Burro Canaglia por el incendio con tres fallecidos

Imagen de archivo del alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, durante su visita al restaurante Burro Canaglia Bar & Resto ubicado en la madrileña Plaza de Manuel Becerra, donde un incendio causó la muerte a tres personas. EFE/Víctor Lerena

Madrid, 17 dic (EFE).- El juzgado que investiga el incendio que causó la muerte de tres personas en el restaurante Burro Canaglia de Madrid, en abril de 2023, toma declaración este martes como investigado al dueño del local, así como a perjudicados y testigos.

Según han confirmado a EFE fuentes jurídicas, el titular del Juzgado de Instrucción número 46 de Plaza de Castilla reactiva así la investigación, en la que durante un año y medio no se ha tomado declaración a investigados, perjudicados ni testigos.

Durante este tiempo el juzgado ha recabado informes periciales tanto de la Policía Científica, para determinar las causas del incendio, como de la Policía Municipal de Madrid y de la Inspección de Trabajo.

También se ha procedido al ofrecimiento de acciones a los perjudicados y al reconocimiento médico forense de todas las personas que aparecían como lesionadas en el atestado policial.

Algunos heridos sufrieron quemaduras en entre el 8 y el 25 por ciento de su cuerpo que les obligaron a pasar muchos días en la UCI y en unidades de grandes quemados.

Actualmente se está a la espera de la emisión de los últimos informes médicos, han precisado las fuentes.

Los hechos tuvieron lugar la noche del 21 de abril de 2023, cuando un camarero del Burro Canaglia Bar & Resto, una pizzería ubicada en la madrileña plaza de Manuel Becerra, sirvió un plato flambeado a uno de los cerca de treinta comensales que en ese momento había en el interior del establecimiento.

Una llama llegó al techo, prendió una de las múltiples plantas de plástico decorativas y el fuego se extendió en cuestión de segundos por todo el local.

Murieron dos clientas amigas vizcaínas de 41 y 43 años -la primera falleció en el hospital tres semanas después- y un joven de 25 años, camarero del local. Otra decena de personas resultaron heridas de gravedad.

Según explicó el Ayuntamiento de Madrid, el local contaba con licencia desde 1997 y, dadas sus dimensiones y el número de comensales autorizados, no era necesario que contara con una salida de emergencia.

Respecto a si la decoración que originó el incendio se ajustaba o no a las prescripciones de dicho permiso, el Consistorio remitió al resultado de la investigación judicial.