Javier Herrero.
Madrid, 18 dic (EFE).- Hasta este miércoles nadie había llenado tantas veces el recinto más emblemático para la música en Madrid, el Wizink Center. Malú ha vuelto a hacerlo esta noche, coronada por el público de la capital como su reina en una gran fiesta por sus 25 años de carrera con invitados como Luis Fonsi y Antonio Orozco.
«Una de las cosas más bonitas y gratificantes que han tenido estos años ha sido que me volviérais a dar la oportunidad de volver a subirme a un escenario, a cantaros y contaros mis cosas, mi dolor, mi pena, mi alegría, en el único sitio en el que sé hacerlo, donde me siento cómoda para hacerlo y donde me da la gana hacerlo», ha celebrado ante los 12.000 asistentes que han completado el aforo de este «show».
En este escenario antiguamente conocido como Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid, y que próximamente pasará a llamarse Movistar Arena, han sido en concreto catorce las ocasiones en las que la española ha actuado, un registro que no supera ninguna otra figura musical, nacional o internacional.
Con esta cita ha cerrado además la gira ‘A todo sí – 25 años de aprendiz’ con la que ha conmemorado el cuarto de siglo transcurrido desde que María Lucía Sánchez (Madrid, 1982) se diera a conocer sencillamente como Malú con su primer álbum cuando tenía tan solo 16 años.
Allí estaba el tema firmado por su amigo Alejandro Sanz que la sigue identificando tanto tiempo después, aunque la ‘Aprendiz’ haya pasado a ser maestra de fuertes y jóvenes solistas femeninas en un país en el que antes no abundaban, amén de Medalla de Andalucía, Premio Ondas en 2015 por su carrera y una de las locomotoras de la música en directo en España sobre todo en la última década.
Precisamente con ‘Aprendiz’ ha comenzado la velada puntual a las 20:30 horas, con unos arreglos más actuales que han pillado a alguno con el pie cambiado a la hora de entonarla, como más tarde ha sucedido con ‘Enamorada’, presentada en clave de salsa.
Malú ha querido ofrecer un recorrido casi cronológico, lo que ha permitido comprobar cómo la protagonista doliente de sus canciones iniciales dio paso progresivamente a una mujer que decidía sobre su vida y, ya en su última época, con más temas optimistas que esos relatos tan sufridos y copleros en su fondo que la hicieron famosa.
A los primeros pertenecía ‘Duele’, la primera en poner al público en pie no solo por su derroche de voz («Canta como en el disco», se admiraba una de las asistentes), sino por el empaque, con las guitarras eléctricas enchufadas y la imagen imponente de la artista en modo de diva: melena leonina al viento, piernas abiertas y firmes sobre las tablas y enfrentando la mirada al (supuesto) dolor.
A su espalda, unas estructuras apabullantes de luces, dos de ellas de formato circular suspendidas ante un pantallón de grandes dimensiones, pero sobre todo once personas como respaldo musical, con tres de ellas a los vientos metales y dos coristas.
Uno a uno ha ido recorriendo los pasos desde ‘Sin ti todo anda mal’, que pasa pegada a un ‘Toda’ que ha hecho las delicias del público (también de la artista, habida cuenta de su expresión risueña), hasta la etapa de grandes registros recientes que arrancó con su disco ‘Guerra Fría’ (2010), uno de los más transitados junto a ‘Oxígeno’ (2018).
Solo ha dado problemas un monitor que ha dejado sin audio durante un rato a un sector del público. El resto ha sido coser y cantar en una combinación de baladas como ‘Blanco y negro’ (paradójicamente con la pista llena de globos rojos iluminados) con cortes más álgidos, que son los que más han activado a los asistentes, véase ‘A prueba de ti’ o ‘Me conoces desde siempre’.
Aunque el picante de este concierto ha estado en comprobar qué estrellas asistían al llamado de su amiga, la mayoría compañeros de grabación de ‘La voz’, como Luis Fonsi, con el que ha cantado ‘Ahora tú’, Pablo López con el que ha hecho ‘Ángel caído’ o Antonio Orozco, con el que ha vuelto a compartir tantos años después su mítico ‘Devuélveme la vida’ para regocijo de muchos.
Además, Vanesa Martín le ha dado la réplica más bella en ‘Ni un segundo’ e Israel López he sacado sus raíces flamencas con ‘Oye’, en un segmento acústico en el que también le ha sacado palmas a ‘Desaparecer’.
El remate final ha estado protagonizado sobre todo por el clímax con ‘Desprevenida’, ‘Quiero’ y ‘Contradicción’, también por ese ‘Ausente’ que Pablo Alborán le escribió en torno a su romance truncado con el político Albert Rivera, y, sobre todo, por unas palabras impresas en grande que ha reiterado una y otra vez: ‘Gracias, Madrid’. EFE