Una de las noches más esperadas de Veranos de la Villa tuvo lugar ayer con Algo inesperado , un concierto sorpresa que se ha convertido ya en una sección clásica del festival de ocio y cultura estival organizado por el Área de Cultura, Turismo y Deporte. Una propuesta en la que el público que acude desconoce la actuación a la que asistirá, ya que solo se desvela en el instante en el que el grupo o artista seleccionado sube al escenario y comienza a tocar.
La noche comenzó con un público expectante cuyo entusiasmo fue creciendo por momentos desde el instante en el que sonaron los primeros acordes, un sonido más que familiar que arrancó las ovaciones de sus incondicionales y avisó al resto de los espectadores de que algo grande iba a suceder. La voz de Diego Ibáñez aclaró pronto el misterio: Carolina Durante se encargaría de hacer vibrar el recinto del Patio Central de Conde Duque con sus potentes temas y un estilo personal mezcla de pop, punk y rock que da impronta a su sello personal.
La banda madrileña, formada en 2017, arrancó con el tema KLK, de su disco homónimo, al que siguieron otros como Moreno de contrabando, El parque de las balas o Nuevas formas de hacer el ridículo. A medida que avanzaba el concierto, los integrantes de Carolina Durante intercalaron canciones de sus inicios como Niña de Hielo y Necromántico. Su último single, 10, en el que la banda homenajea a Leo Messi también sonó en esta noche que terminó con sus conocidos Perdona, ahora sí que sí y Cayetano. Algo inesperado
Letras canallas y estribillos que se meten en la cabeza, interpretados con un tono desenfadado y genuino, han llevado a Diego Ibáñez (voz), Martín Vallhonrat (bajo), Juan Pedrayes (batería) y Mario del Valle (guitarra) a ganarse la admiración de crítica y público. Las ganas de directo hicieron que la actuación de este cuarteto despertara el ritmo de la audiencia, que en todo momento respetó la necesaria distancia social. Algo inesperado
El concierto de anoche se une a la amplia oferta musical programada por el festival que se ha podido escuchar en las noches estivales de la capital madrileña, cuyo escenario ha vuelto a ser una vez más el Patio Central del Centro Cultural Conde Duque.
