Madrid, 16 ene (EFE).- Una gran lona compuesta por una amalgama de fotografías sobre la vida cotidiana de Madrid del artista Miguel Ángel Tornero envuelve ya el perímetro del Palacio de Cristal, una de las sedes del Museo Reina Sofía en el parque de El Retiro, y lo hará durante el primer año de los trabajos de restauración y reparación.
La intervención artística, denominada ‘Gran friso’, ha sido presentada este jueves por el director del Museo Reina Sofía, Manuel Segade, y el fotógrafo Miguel Ángel Tornero, y consiste en una lona de protección con imágenes ensambladas a escala monumental inspiradas en Madrid, desde una suerte de bodegones donde se puede apreciar el café con churros, al espíritu del Rastro o el Mercado de San Miguel.
Según ha explicado Tornero, se trata de un «friso mundano» donde las imágenes, impresas con tecnología sostenible HP, van de dos a tres dimensiones, y mezclan la vida de la calle (el joven con cascos) con la propia obra que se realiza en el interior.
Siguiendo la tradición de los frisos del Partenón de Atenas, la lona ofrece una narrativa visual que se va descubriendo según se rodea el edificio, y emulando los frisos clásicos que contaban grandes gestas, aquí se da cuenta del Madrid más cotidiano.
Además, hay tramos de la lona en la que se integran los trabajos de restauración del interior de manera que aparecen fotografías de trabajadores y maquinaria. Una especie de puntales de cartón, incorporados a la lona de polímero plástico, simulan sostener el edificio.
Tornero ha explicado que las fotografías se hicieron tras un proceso de «pasear Madrid» por lo que hay muchas imágenes vinculadas al barrio de Moratalaz, en el que reside, y al de Carabanchel, donde trabaja.
El artista ha presentado la obra como «un espejo fragmentado de la ciudad, una especie de arqueología urbana reciente que combina lo cotidiano y lo simbólico, lo efímero y lo permanente».
De esta manera y según Tornero, las imágenes se convierten en una suerte de «crónica urbana que invita a reflexionar sobre la deriva de las ciudades contemporáneas y las tensiones entre lo monumental y lo cotidiano».
El director del Museo Reina Sofía ha señalado que la intervención retoma la idea de «friso clásico» y ha informado de que esta es la primera de otras dos intervenciones artísticas, que no ha desvelado, pero se realizarán en el Palacio de Cristal en 2026 y 2027, ya que en junio de ese último año finalizarán las obras.
Segane ha considerado un deber del Museo Reina Sofía que se estimulen estas intervenciones artísticas que permiten que el edificio, aunque esté en obras y cerrado al público, siga siendo, gracias al ‘Gran Friso’, un faro del arte contemporáneo de Madrid.
Además, ha valorado que el Palacio de Cristal sea, en su opinión, el espacio «más democrático como museo nacional» ya que el público que pasea por El Retiro no ha decidido entrar en un museo si no que se topa con el lugar «y, literalmente, cae, sin quererlo, en una producción especial del arte contemporáneo».
Con esta intervención artística, el director del Reina Sofía ha hecho hincapié en que el «problema» de un edificio en obras se ha convertida en una «oportunidad» para el arte. Por ello y mientras duren las obras, habrá un proyecto al año durante los próximos tres para la envolvente del edificio.