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Una de las lecciones que ha dejado el confinamiento a los padres es, sin duda, que los hijos son mucho más autosuficientes de lo que se piensa. De hecho, a partir de cierta edad es conveniente que colaboren en las tareas del hogar y que las perciban como una responsabilidad de toda la familia.
Los electrodomésticos son una parte fundamental de los hogares y, precisamente, la vida casera nos ha hecho utilizarlos muchísimo más. Enseñar a los niños tareas como poner el lavavajillas, la lavadora, colocar la compra en el frigorífico o aprender a utilizar otros aparatos como la tostadora o el exprimidor les ayudan a mejorar su autonomía y su autoestima y, de paso, fomentamos la igualdad en los hogares para que lo vean como algo natural que forma parte del día a día.
Una vez el niño haya terminado la tarea, es importante elogiar sus logros para que vuelva a repetirlo y lo asocie con la inteligencia y la autoestima. Por motivos evidentes, dependiendo de la edad, deberán estar siempre supervisados por una persona adulta.
Desde Fersay, nos animan a probar estos consejos con nuestros hijos y recuerdan que si es necesario reponer alguna pieza —una balda de frigorífico, un botellero, una goma de lavadora, un cesto de lavavajillas, un plato de microondas…— también podemos animar a los niños a que nos ayuden en el proceso.
