El Ayuntamiento de Madrid ha aprobado hoy la polémica ordenanza de terrazas propuesta por el Gobierno de PP y Cs, que ha contado únicamente con el apoyo del Grupo Mixto (Recupera Madrid), por lo que las estufas de gas de la hostelería desparecerán a finales de 2023 y podrán permanecer durante ese año determinadas terrazas que se han instalado en bandas de aparcamiento.
Tal y como estaba previsto, Vox, Más Madrid y PSOE (los ediles de este último partido han acudido al pleno con camisetas para protestar por los ruidos de las terrazas y han desplegado una pancarta con el mismo mensaje durante la votación) han votado en contra de la modificación de este texto que se aprobó inicialmente en Junta de Gobierno el pasado 28 de octubre de 2021.
Los han hecho porque creen que “afecta al descanso” de los vecinos y “regala el espacio público de Madrid a cambio de nada”.
Con esta aprobación concluyen meses de tramitación marcados por las quejas de la izquierda y de los vecinos, que antes de la sesión se han manifestado frente a la sede del Ayuntamiento porque la norma, a su juicio, no resuelve problemáticas como el ruido que generan las terrazas.
El Ejecutivo de PP y Ciudadanos contaba con aprobar la ordenanza de terrazas el pasado mes de diciembre para generar el marco propicio para que se pudieran mantener algunas de las instaladas en bandas de aparcamiento a causa de la pandemia, pero finalmente la tramitación se pospuso a enero y se extendió hasta el día 31 la resolución por la que se ampliaron o generaron nuevas terrazas por la covid.
TERRAZAS EN BANDAS DE APARCAMIENTO Y ZONAS SATURADAS
Cuando entre en vigor la norma, las terrazas de la ciudad que se hayan visto ampliadas por la pandemia volverán a su fisionomía original, y aquellas que estén en bandas de estacionamiento, podrán mantenerse durante 2022 y 2023, quedando limitado su funcionamiento hasta las 24:00 horas y debiendo delimitar visiblemente su extensión mediante barreras o con reflectores de alta intensidad.
Pero tendrán que ser retiradas las terrazas ubicadas en bandas de estacionamiento situadas en las conocidas como zonas saturadas -que se habrán delimitado aproximadamente en marzo-, en zonas de protección acústica especial (ZPAE) y en zonas ambientalmente protegidas cuando ocupen más de un 40 % de las bandas existentes en el tramo de calle.
En este último supuesto, las autorizaciones serán revistadas y reducidas proporcionalmente a propuesta del distrito hasta el nivel previsto con el fin de que no superen el 40 % de ocupación de las bandas de aparcamiento.
Por otro lado, en la ordenanza se fijan tres criterios para determinar las ‘zonas saturadas’, siendo el primero que se produzca una alta ocupación del espacio para instalar la terraza y, además, deberá ir acompañado de alguno de los otros dos requisitos.
Esas cuestiones son la existencia de un elevado tránsito peatonal (aquellas aceras por las que caminen más de 33 personas por minuto), y las afecciones medioambientales, considerándose ‘zonas saturadas’ aquellas que tengan terrazas en un radio de 150 metros en torno a residencias de mayores, centros sanitarios con hospitalización o con servicios de urgencias.
Asimismo, se tendrá en cuenta la clasificación de áreas acústicas previstas en el anexo I de la Ordenanza de Protección contra la Contaminación Acústica: áreas de silencio y áreas levemente ruidosas.
Se estimará, que existe alta ocupación cuando en aceras con un ancho inferior o igual a seis metros, el espacio ocupado por terrazas supere el 33 % de la superficie disponible para su instalación y cuando el ancho de las aceras exceda los seis metros, así como en plazas y calles peatonales o calles sin salida, las terrazas superen el 40 % de la superficie disponible para este fin.
Además, tras las enmiendas, se acordó, por ejemplo, eliminar las ‘food trucks’ de la ordenanza -lo habían pedido todos los grupos-, y, a petición de Recupera Madrid a finales de 2023 se pondrá fin a las estufas de gas, que tendrán que sustituirse por calentadores que funcionen con otras energías.
DISCREPANCIAS DEL GOBIERNO Y LA OPOSICIÓN
La concejala de Cs, Silvia Saavedra, ha argumentado que al inicio de la pandemia se “flexibilizaron” algunas medidas para beneficiar a los hosteleros, pero ha defendido que aquello fue «extraordinario» y ahora era necesario actualizar la ordenanza de terrazas existente, desde 2013, que estaba “desfasada y anticuada” y “no servía para resolver problemas de presente ni las incidencias de futuro”.
Asimismo, Saavedra ha puesto en valor que el Gobierno ha intentado sacar adelante la ordenanza “con consenso”, algo que han rechazado Vox, Más Madrid y PSOE; mientras que el edil del Grupo Mixto José Manuel Calvo ha asegurado que han “aprovechado la oportunidad” de renovar una ordenanza que “tenía cuestiones pendientes”.
La edil de Vox Arantzazu Cabello ha lamentado que el texto propuesto “finalmente no contenta a nadie”, y ha criticado que la vicealcaldesa Begoña Villacís “se haya obcecado por aprobar esta ordenanza, con la única explicación de tener protagonismo”.
En la misma línea se han manifestado desde el PSOE, cuyo concejal Álvaro Vidal ha dicho que “hoy es un día triste” porque se da luz verde a una norma que “da la espalda a los vecinos” y copia la política de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, defendiendo solo “la libertad y las cañitas”.
Desde Más Madrid Nacho Murgui ha mencionado que hoy «se ha perdido la oportunidad de garantizar un espacio pública de calidad, más accesible y que garantice descanso vecinal: es una desordenanza de terrazas».
Madrid, 25 ene (EFE)