Quito, 20 dic (EFE).- La vicepresidenta suspendida de Ecuador, Verónica Abad, que busca en la Justicia revertir la sanción impuesta por el Gobierno que le impediría asumir las funciones presidenciales durante la campaña electoral de 2025 en la que el presidente Daniel Noboa buscará su reelección, afirmó que peleará para que nunca más se vuelva a utilizar a las mujeres para llenar cuotas políticas y «luego simplemente hacerle un lado cuando ya no sirve».
En una entrevista con EFE, Abad, que mantiene un abierto enfrentamiento con Noboa desde que eran candidatos en las elecciones de 2023, consideró que el mandatario usó su figura y su bagaje político para llegar a la Presidencia y luego apartarla del Gobierno.
Y es que las elecciones de 2023 fueron las primeras de la historia de Ecuador donde las candidaturas conjunta a la Presidencia y Vicepresidencia debían ser paritarias.
«Nunca más vuelvan a hacer (eso) con una mujer por simplemente tener que llenar una cuota, y luego despacharla», dijo Abad que, al asumir el cargo, fue enviada por Noboa como embajadora a Israel con la misión de buscar la paz entre israelíes y palestinos.
Posteriormente fue trasladada a Turquía por las crecientes tensiones en Oriente Medio, pero el Gobierno sostiene que incurrió en un abandono del cargo por presuntamente haberse trasladado fuera del plazo otorgado y la suspendió por cinco meses, mientras que ella asegura que lo hizo dentro del tiempo contemplado por la ley.
«Hasta el último de mis días pelearé porque eso no puede volver a pasar ni con mi hija, ni con mi nieta, ni con mi bisnieta, eso no va a volver a pasar en el Ecuador», recalcó.
Abad consideró que quedarán «ante el mundo como la luz de aquellas mujeres que pelearon por su dignidad en sus puestos públicos y políticos» y que dejarán así un precedente para el mundo entero.
La vicepresidenta, que ha denunciado a Noboa por presunta violencia política de género al considerar que lidera un presunto acoso para forzarla a dimitir, sostiene que todo lo ocurrido tiene como fin evitar que ella asuma la Presidencia temporalmente (del 5 de enero al 9 de febrero) y considera que lo que vive ahora el país es una «herida» y una «afrenta».
Cansada, pero no débil
Con tres investigaciones penales en su contra, y cuatro demandas ante el Tribunal Contencioso Electoral (TCE), así como un juicio abierto contra su hijo por presunta «oferta de realizar tráfico de influencias en la Vicepresidencia de la República», en el que la Fiscalía intentó vincularla, Abad aseveró que se siente «cansada, es una lucha de todos los días, pero no me siento débil».
«Cada ecuatoriano que me sonríe en la calle, que me abraza, mujeres que lloran porque se sienten muy heridas en lo que está pasando contra la mujer, porque es contra la mujer lo que está aconteciendo en este momento, me llena de fe, de ganas» de seguir en la lucha con «esperanza», dijo.
Abad aseveró que su sangre «es política», una arena en la que lleva 25 años. «Estoy hecha para esto, y la vida me ha confirmado que estoy hecha para esto», subrayó.
«Muchas rayas al tigre»
«Tenemos muchas rayas hechas al tigre, muchísimas», indicó al enfatizar que su historia no ha sido «fácil ni sencilla» desde que decidió entrar en la política. Crió a tres hijos pequeños tras su divorcio e ingresó «en un mundo de hombres (el de la política)».
«Recibí discriminación y violencia, pero nada de eso me frenó, nada de eso me paró en mis sueños, en prepararme, en caminar, en seguir avanzando hasta el objetivo que yo tenía, que era servir, llegar al poder para servir», anotó al agregar que Noboa sabía de su historial y su importancia para la Sierra y la Amazonía cuando formaron el binomio para la candidatura.
Noboa «puso a una persona que sabía lo que tenía trabajado en 25 años», dijo al asegurar que ganaron en las provincias en las que ella trabajó. El presidente procede de la costa, nacido en Miami (Estados Unidos) pero criado en Guayaquil.
Procesos en paralelo
El próximo lunes se conocerá la sentencia de la jueza que evalúa la legalidad de su suspensión, y se prepara para asistir el 27 de diciembre al TCE por la contrademanda por violencia política de género interpuesta en su contra por la exasesora presidencial Diana Jácome.
Abad, que sostiene que desde el Ejecutivo buscaban desde el inicio del Gobierno presionarla para que dimita y evitar así delegar en ella las funciones presidenciales en la campaña electoral, reafirma su decisión de reclamar su derecho y acudir a todas las instancias legales y constitucionales para hacer respetar la Constitución.
Susana Madera