Fermín Cabanillas
Sevilla, 6 oct (EFE).- Cuando la madre de Abdelá Taia murió en 2010, el escritor marroquí conoció la historia de su vida, contada por su hermana, y la ha trasladado a las páginas de ‘Vivir a tu luz’, un libro que, como defiende en una entrevista con EFE, cumple con la premisa que persigue su literatura, la de «escribir sobre los pobres, los olvidados, las minorías”.
Se trata de una novela que nació por casualidad, cuando Latifah, una de sus ocho hermanos, le contó cómo había conocido su madre a su primer marido, un joven que murió poco después en la guerra de Indochina, y cuyo cadáver nunca pudo enterrar en Marruecos. Un hombre del que la madre del escritor, aunque su matrimonio fue concertado “mediante una venta”, siempre estuvo “muy enamorada”.
Abdelá Taia define esta obra como “un libro sobre batallas, sobre guerras”, porque en el primer capítulo habla “sobre cómo la guerra dejó a mi madre viuda, y en los siguientes sobre las guerras internas que tuvo que afrontar durante toda su vida”, poniendo por delante siempre “la felicidad de sus hijos y que no nos faltase de nada, antes que buscar su propia felicidad”.
Desde que se abre el libro, en sus casi 200 páginas se escucha a una mujer en primera persona, “porque así lo contaría ella”, una mujer que, como muchas en el Marruecos natal de esta familia, “era muy pobre, venía del campo, y toda su vida se sacrificó por los demás y luchó por alimentarnos”.
“Era de esas personas que, de ellas, se dicen que son analfabetas, que no entienden de nada, pero recuerdo que con ella se podía hablar de política, de sociedad, de cualquier cosa, y siempre se expresaba con mucho criterio”, afirma el escritor, que se felicita de que su obra, y este libro en concreto también, “habla de minorías, de la gente que normalmente no tiene titulares y de la que menos se habla”.
Pero junto a la historia de su madre, “y de tantas otras que aún en mi país son vendidas o sacan adelante a su familia desde el anonimato”, ‘Vivir a tu luz’ es entendida por su autor como “una forma de entender también el impacto del colonialismo francés y cómo influyó en nuestras vidas, y de cómo hay veces que eligen a los seres humanos y los mandan a matarse en una guerra”.
Son momentos duros de la novela, reconoce el autor, que defiende que “la literatura no está para decir cosas agradables”, sino para reflejar la realidad de lo que pasa a diario en cualquier rincón, aunque sea con la crudeza con la que se refleja el Marruecos del protectorado en las páginas de este libro.
“Creo que mi madre era escritora, y que escribe a través de mí”, dice el escritor, siempre orgulloso del legado recibido de ella, por encima de herencias basadas en cantidades económicas, apoyado, además, por la gente que en España está llenando las salas donde presenta su último libro.
Por cierto: el autor usa el punto y seguido como recurso literario para apostillar frases de su madre o afirmaciones que desde su mente no siempre pasaban a ser verbalizadas. “Mi madre hablaba así, lanzando proclamas, sentenciando”, y él imagina que si hoy día le contara a sus hijos como conoció a Allal, su marido lo haría haciendo esas pausas que él lleva a las letras. Se sonroja, casi, cuando se le comenta que en unos años este estilo literario se estudiará en las universidades como ‘El método Abdelá Taia’.
Con todos estos alicientes, ‘Vivir a tu luz’ recorre la vida de M’Barka Allali (1930-2010) en su propia voz, la de una mujer anónima que, como muchas, son parte esencial de la economía y la sociedad de sus países, una inmensa minoría a la que gente como este autor sacan a la luz siempre que tiene oportunidad.