Madrid, 5 mar (EFE).- Adiaratou Iglesias disputó en Tokio sus primeros Juegos Paralímpicos y regresó de la ciudad japonesa con un oro en los 100 metros y una plata en los 400, clase T13. En seis meses, en París, aspira a repetir los éxitos consciente de ser una referencia del atletismo español de personas con discapacidad y cuyo ejemplo la «anima a dar la mejor versión».
Adiaratou Iglesias (Bamako, Malí; 1999) nació con albinismo, un trastorno causado por mutaciones en diferentes genes que produce una reducción o ausencia total del pigmento melánico en ojos, piel y pelo y que, en ocasiones, también afecta a la visión, como en su caso, con menos de un 20% de capacidad visual.
Ante la situación vivida en Malí, la decisión de sus padres fue enviarla a los 11 años a España, en concreto a Logroño, donde vivía uno de sus hermanastros. Ese cambio no fue bien y acabó en un centro de acogida de menores donde conoció a la persona que le cambiaría la vida, María Lina Iglesias, profesora de magisterio en Lugo, y que decidió adoptarla.
Se fue a vivir con ella a Lugo, entró en un club de atletismo y pronto sus cualidades no pasaron desapercibidas, hasta el punto de, con el tiempo, llegar a ganar dos veces el Campeonato de atletismo de Galicia en 100 y 200 metros frente a atletas sin discapacidad.
Su progresión en la pista fue espectacular. Lina Iglesias siempre creyó en ella y la animó a alimentar sus sueños deportivos. En el Mundial de Dubái (Emiratos Árabes Unidos) de 2019 fue subcampeona en 100 y 200 metros y en el Europeo de 2021 de Bydgoszcz (Polonia), doble campeona continental en ambas distancias. En Tokio, en los Juegos Paralímpicos, refrendó su calidad con otras dos medallas.
P: Seis meses para los Juegos de París. ¿Queda mucho o poco?
R: Para nosotros empiezan los nervios porque queda poco. El tiempo pasa muy rápido. Empezamos a competir y hay que afinar la preparación para ver si vamos bien o no.
P: Sus éxitos la hacen ser uno de los referentes del atletismo paralímpico español. ¿Qué siente?
R: Es una responsabilidad porque empecé en lo más alto a nivel internacional. Es como que salí de la nada y empecé a tener buenos resultados. Es una presión en el sentido de que me siento responsable, porque hay mucha gente que me sigue. Es una motivación y un ejemplo para la gente y eso me anima para seguir entrenando y dar la mejor versión de mi misma. Eso no quiere decir que siempre vaya a tener unos buenísimos resultados, porque aquí nunca se sabe. No es algo lineal. Puede pasar cualquier cosa que no depende de nosotros. Lo que sí depende, cuidarnos y trabajar al máximo, eso sí. Cuando llegue a París tengo claro que voy a ir a por todas.
P: ¿Se ve mejor ahora que hace tres años para Tokio?
R: Hace tres años era inexperta, eso seguro. No sabía ni a lo que iba a Tokio. Era una novata. Al final eso también fue bonito porque ibas a lo desconocido. No conoces la magnitud de lo importante que son unos Juegos Paralímpicos y llegas sin tener idea de lo que vas a hacer. Eso te quita presión. Ahora sé cómo son los Juegos y es algo muy especial. Quiero repetir los resultados de Tokio o mejorarlos. Ya empiezo a sentir esos primeros nervios y eso significa que sigo disfrutando del atletismo.
P: ¿Qué va a correr en París?
R: Los 100 y los 400.
P: Lleva un tatuaje de Tokio 2020 en la muñeca derecha. ¿Cuándo se lo hizo?
R: Me lo hice por el recuerdo. Es algo que queda para siempre. Es un resultado que he conseguido y lo voy a seguir teniendo toda la vida. Quería tener el recuerdo puesto en mi piel. Igual ahora me hago otro tatuaje de París 2024 en el otro brazo, aunque me dolió un poco y eso que en el fisio nos dan bastante caña.
P: ¿Cómo es su vida fuera del atletismo?
R: Estoy estudiando Educación Infantil, en Madrid. Es Formación Profesional Superior. Estoy en segundo año. Fuera de eso entreno, hago planes con los compañeros de la Residencia Blume, con los amigos de los estudios y poco más. Tengo una vida simple, porque al final no puedo hacer muchas cosas para evitar lesiones y molestias.
P: Entonces, cuando deje el atletismo, la veremos trabajando con niños
R: Sí, en eso me veréis, aunque la vida da muchas vueltas. Sé que acabaré haciendo algo relacionado con la educación de los niños. Quiero ejercer como maestra, pero igual antes de eso ejerzo de entrenadora. Lo que sí tengo claro es que de lo que estoy estudiando quiero trabajar de ello.
David Ramiro