Acapulco (México), 28 feb (EFE).- La baja del español Carlos Alcaraz, a última hora por segundo año seguido en Acapulco, deja al Abierto de tenis mexicano como novia de pueblo, vestida y alborotada, mientras suspira por el galán que no llegó.
Agradecido porque el principal torneo de Latinoamérica, con categoría 500 de la ATP lo invitó en 2021 cuando era apenas una promesa, Alcaraz se apuntó para el año pasado, pero un cansancio extremo después de ganar el Abierto de Río lo obligó a no asistir.
Este año, que inició como número uno del mundo, el murciano estaba ilusionado con saldar su deuda, pero otra vez Río de Janeiro se interpuso en sus sueños. Luego de perder la final con el británico Cameron Norrrie, este lunes anunció que se ausenta en el balneario mexicano por una lesión.
«Lamentablemente no podré jugar en el Abierto Mexicano de Tenis. tengo una distensión grado uno en el isquiotibial de mi pierna derecha que me llevará a estar de baja varios días, según las pruebas que me he realizado esta mañana», anunció Alcaraz, segundo del ránking mundial.
La baja causa una grieta en el nivel del torneo porque se trata del número dos del mundo, campeón del Abierto de Estados Unidos, y para aumentar la pena del torneo, llegó acompañada del retiro de Norrie, quinto favorito, por cansancio.
Alcaraz y Acapulco tienen una relación que empezó antes de que el español pisara la cancha. Era un adolescente con sombra de bigote cuando su maestro Rafael Nadal advirtió en una rueda de prensa en el balneario de la existencia de un chico llamado Carlos con un talento excepcional.
Tiempo después el entonces director del torneo, Raúl Zurutuza, invitó al novato, que si bien perdió en primera ronda con el alemán Alexander Zverev, mostró algunas de las herramientas con la que hoy triunfa en el tour.
Si bien en los dos últimos años Carlos ha roto corazones con su ausencia, el Abierto y el jugador es probable que tengan muchos años de romance porque es Acapulco un sitio donde los españoles han quedado rendido por el cariño y sobre todo donde han dejado la huella de su excelso tenis.
Rafa Nadal y David Ferrer con cuatro triunfos, Carlos Moyá y Nicolás Almagro, con dos, Francisco Clavet, con uno, además más de una decena de finalistas, Carlos Costa, Galo Blanco, Juan Carlos Ferrero y Fernando Verdasco entre ellos, confirman el historial de los españoles en Acapulco.
Es un torneo por el que han pasado todos los grandes tenistas de los últimos años, excepto el suizo Roger Federer, que tenía compromisos en la misma fecha con Dubai, lo cual hace suponer que a sus 19 años Alcaraz tendrá más de una decena de oportunidades de jugar en el balneario y en algunas ganar el título.
«Me duele mucho no competir aquí, pero ahora toca pensar en recuperarme para estar listo lo antes posible», dijo este lunes Alcaraz en tono lloroso, disconforme con su papel de novio de pueblo.