Vilna, 12 jul (EFE).- El ministro alemán de Defensa, Boris Pistorius, expresó su respaldo a las condiciones planteadas a Ucrania para una futura incorporación del país a la OTAN, frente a la decepción provocada en Kiev, y recordó que éstas deberán «cumplirse» para que pueda darse ese ingreso.
«Estamos todos de acuerdo en que el futuro de Ucrania está en la OTAN, en cuanto la guerra haya terminado», afirmó el ministro a medios alemanes desde Vilna, donde se celebra la cumbre de la Alianza y donde hoy se espera la intervención del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
Las condiciones impuestas por los aliados en su declaración sobre Ucrania «deben cumplirse», añadió, tanto en lo que se refiere «a la paz como al respeto a la integridad de las fronteras».
Un ingreso de Ucrania aún en guerra implicaría convertir a la OTAN «en parte del conflicto», recordó, lo que, según Pistorius, el conjunto de los países aliados descarta.
Los líderes de los países de la OTAN dieron ayer luz verde a varias medidas para promover un mayor acercamiento entre Ucrania y la Alianza, pero evitaron invitar a Kiev a unirse a la organización transatlántica.
En la declaración aprobada el martes en la cumbre, previa a la reunión hoy del llamado Consejo OTAN-Ucrania con Zelenski, se indica que la Alianza estará «en posición de extender una invitación a Ucrania para unirse a la Alianza cuando los aliados lo acuerden y las condiciones se cumplan».
El propio presidente ucraniano expresó ayer, camino a Vilna, su decepción por el hecho de que no se haya marcado siquiera un calendario para la incorporación de su país, lo que calificó de «absurdo».
Pistorius considera las condiciones establecidas como «normales» y mencionó, en declaraciones a la televisión pública ARD, que éstas deben incluir una «interoperatividad» entre los sistemas defensivos de Ucrania y los de los aliados, así como un «control democrático» sobre las fuerzas armadas.
«Son los estándares habituales entre los socios de la OTAN», recalcó el ministro, para expresar a continuación su «comprensión» ante la «impaciencia» que ello pueda crear en Kiev.
La ministra alemana de Exteriores, Annalena Baerbock, mantuvo ayer una reunión bilateral con el secretario de Estado de EE.UU, Antony Blinken, tras la cual ambos coincidieron en expresar la «máxima coincidencia» de pareceres entre los miembros de la Alianza respecto a Ucrania.
Berlín, como Washington, acudían a la cumbre desestimando de antemano que pudiera cursarse de forma inmediata una invitación formal a Kiev para su ingreso, línea asimismo defendida por el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.
Algunos aliados -principalmente los países bálticos y Polonia, representantes de la máxima solidaridad con Ucrania- defendían posiciones más cercanas a la de Kiev, aunque también descartaban una invitación «en medio de la guerra», según han recalcado ante la cumbre fuentes gubernamentales alemanas.
La declaración final es muy cercana a la posición alemana, país al que Kiev reprochó en los primeros meses de la invasión falta de compromiso o lentitud en la toma de decisiones y que luego, pese a ser el primer contribuyente europeo a su ayuda militar, sigue reclamándole más ambición.
Al presentar la declaración, Stoltenberg explicó que las condiciones impuestas afectan a la modernización de las instituciones de defensa y seguridad, el fortalecimiento de la gobernanza, incluida la lucha contra la corrupción.
«Estas han sido cuestiones que han sido abordadas en todas las ampliaciones de la OTAN porque queremos buena gobernanza, instituciones de defensa y seguridad modernas y fuerzas armadas interoperables con la OTAN», afirmó el secretario general de la OTAN.
Stoltenberg dijo asimismo creer que todos los países de la OTAN están de acuerdo en que, mientras siga la guerra, «no es el momento para convertir a Ucrania en miembro pleno de la Alianza».
Destacó, por otro lado, que por primera vez en un comunicado de una cumbre de la OTAN se incluye el término «invitación» como «parte del lenguaje» para hablar de Ucrania y se retira la exigencia del “plan de acción para la adhesión” (MAP, en inglés) para la futura entrada ucraniana.
Según Stoltenberg, ese paso supone que la adhesión de Ucrania a la OTAN pase de ser un proceso «de dos pasos» a un procedimiento «de uno».