Anabel Alonso: Interpretar la Celestina es un reto y un regalazo para una actriz

Imagen de archivo de Anabel Alonso durante una representación de la obra "La Celestina" en el marco del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro. EFE/Jesús Monroy

Javier G. Paradelo

Torrelavega (Cantabria), 16 feb (EFE).- Anabel Alonso regresa por tercera vez este sábado a los escenarios de Torrelavega (Cantabria), en concreto a su Festival de Invierno, con una reinterpretación de la Celestina, una obra sobre el amor, la codicia y el 'carpe diem' que, para la actriz, «es un reto y un regalazo».

En una entrevista telefónica con EFE, Anabel Alonso (Barakaldo (Bizkaia), 1964) confiesa que la obra pone a prueba las capacidades interpretativas de una actriz y si es capaz de sacar adelante el personaje y encarnar a las muchas celestinas que hay en la Celestina.

«Celestina es camaleónica: servil con el poderoso, encantadora con Melibea, maternal (…), pero también una mujer disfrutona, que le gusta vivir el momento, precursora de la picaresca y también una superviviente que hace lo que sea necesario para salir adelante», explica la actriz de esta obra, que se estrenó en abril de 2023 en el Palacio de Festivales de Cantabria.

Alonso se siente con este personaje «como una niña con zapatos nuevos», porque le permite interpretar «a un referente universal», un icono como podrían ser Don Quijote o Don Juan, y al que han dado vida antes grandes actrices.

Un personaje «grande, con enjundia»

Nunca pensó que le llegaría un personaje de este tipo, sobre todo porque hasta ahora siempre había sido interpretado por actrices de una edad mas madura, pero también porque es un personaje «grande, de enjundia,» que le está suponiendo un punto de inflexión a nivel personal.

Esta versión renovada por Eduardo Galán del clásico de Fernando de Rojas, de casi dos horas de duración, arranca con un flashback, donde la Celestina ya ha muerto y se le aparece a Pleberio -padre de Melibea-, quien le echa la culpa de todas las desgracias ocurridas durante la función.

A partir de ese momento, según la actriz, Celestina es la que maneja las riendas de toda la trama, que se muestra como una mujer seductora con la palabra, que no es tan mala ni tan bruja ni tan culpable de todo lo que ocurre, algo que, asegura, va a sorprender al público.

Un texto más comprensible

Para ello, Eduardo Galán ha hecho una síntesis del texto de Fernando de Rojas, respetando el léxico de la época pero sustituyendo algunos arcaísmos por palabras comprensibles, un lenguaje que suena perfectamente a época, pero no ofrece las dificultades imposibles de entender del original.

Para Anabel Alonso, la moraleja de la obra es que ni Celestina es tan mala como siempre la han pintado, ni Melibea tan buena como parecía, pero también que hay que disfrutar la vida, el 'carpe diem' porque la juventud es el mejor momento.

En este sentido, asegura que la obra, cuyo texto original fue escrito a finales del siglo XV para ser leído por gentes cultas de su época, habla sobre la brevedad de la vida y sobre la necesidad –como dice Celestina a Melibea- de disfrutar de la juventud antes de que la vejez arruine la belleza.

La actriz, que ha hecho doblaje, televisión, teatro y comedia, asegura «estar sorprendida» de lo bien que se ha adaptado al reto de encarnar a Celestina, lo que supone todo una satisfacción «pues cuando tu trabajo es tu vocación es muy difícil no disfrutar».

«Inaceptable» la censura

Sobre la reciente polémica suscitada con el pregón que pronunció en Béjar (Salamanca), la actriz considera «inaceptable a estas alturas de una democracia», que se pueda censurar o cancelar obras de teatro o eventos culturales por motivos políticos «aunque sean disfrazados de falta de presupuesto».

«Cuando un programador hace su trabajo, al margen de su criterio personal o sus gustos, debe presentar un amplio abanico que sea para todo tipo de público», asegura.