Cali (Colombia), 23 oct (EFE).- Después de que 2023 fuera el año más mortífero desde que se tienen datos para los defensores ambientales en Colombia, cuando fueron asesinados 81, los datos recopilados en lo que va de año indican una tendencia a la disminución, según un informe de la Fundación Paz y Reconciliación (Pares) presentado este miércoles en la COP16.
«Al comparar los años 2023 y 2024 se evidencia una diferencia significativa en las cifras: entre enero y agosto de 2023 se cometieron 54 crímenes; mientras que, en el mismo periodo en el 2024, la cifra de homicidios se redujo a 20 casos», recoge el documento.
Se trata de una «una problemática regional que se tiene que discutir en el marco de la COP16», defendió Francisco Daza, coordinador de la línea de Paz Territorial y Derechos Humanos.
La cumbre de Naciones Unidas de Biodiversidad se celebra en la ciudad colombiana de Cali hasta el próximo 1 de noviembre para que los países discutan cómo mejorar la protección de la naturaleza y se comprometan a acciones para frenar la pérdida de recursos naturales.
Al explicar los factores que hacen de Colombia un país peligroso para defender la naturaleza, la organización señaló la presencia de grupos armados, ya que son los principales actores que hacen acciones violentas para el control territorial, y el impacto de las acciones extractivas.
Territorialmente, los departamentos de Cauca, Nariño y Antioquia son los que acumulan el mayor número de homicidios a defensores de la naturaleza.
Cauca, donde el Estado Mayor Central (EMC), principal disidencia de las FARC, cuenta con una presencia «hegemónica» -en 40 de los 42 municipios del departamento- registró 114 casos desde 2018, es decir, casi el 32 % del total de asesinatos a liderazgos ambientales.
Impunidad
Por otro lado, la Fundación Pares alerta que «las estadísticas sobre los niveles de esclarecimiento de violencia homicida contra liderazgos sociales en general y los liderazgos medioambiental en particular muestran un panorama crítico en esta materia»
De los 361 casos de asesinatos a líderes ambientales registrados desde 2018 a agosto de 2024, 241 no cuentan con información disponible, 64 permanecen sin respuesta de la Fiscalía, 27 se encuentran en proceso de indagación, 18 en consulta de información ante la Fiscalía y cinco se encuentran en juicio.
Otros dos ya han recibido sentencia, dos carecen de respuesta de la Fiscalía pero cuentan con una sentencia reportada, mientras que únicamente dos casos más se encuentran en proceso investigación.
«El medio más eficaz para proteger a las personas defensoras de derechos humanos es investigar eficazmente los actos de violencia en su contra y sancionar a los responsables, pues solo así es posible identificar las causas, solucionarlas y evitar su repetición», recuerda el informe.
Entre 2018 y 2024, el 37 % de defensores del medioambiente asesinados eran líderes indígenas, representando el grupo más afectado (133 casos). Esta tendencia contra las comunidades indígenas es especialmente grave en Cauca y Nariño, donde el 57 % de los homicidios se concentró en esta población (89 casos).
En cuanto a los asesinos, en los casos en los que se ha podido identificar a los autores en un 66 % son actores armados, siendo las diferentes disidencias de las FARC las responsables del mayor número de homicidios a líderes ambientales, más de la mitad.
«Se puede afirmar que, de cada 100 casos de violencia homicida en donde se identifica el presunto perpetrador, 53 casos son cometidos por disidencias. Específicamente, el porcentaje de eventos perpetrados por el Estado Mayor Central es de 36 % respecto al total de eventos cometidos por grupos disidentes», desglosa la investigación.
Los diferentes informes y publicaciones de organizaciones apuntan a una misma dirección, y es que defender el medioambiente en Colombia conlleva un riesgo vital, un asunto abordado en diferentes espacios durante la celebración de la COP16.