Madrid, 21 jun (EFE).- La candidata del PP a la investidura como presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha subrayado este miércoles que «las urnas» en las elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo han dejado el mensaje «claro» de que los españoles «no aguantan más» y que el sanchismo «ha llegado a su fin».

Durante su intervención en la primera sesión del pleno de investidura que la convertirá en presidenta madrileña por mayoría absoluta, Ayuso ha opinado que los resultados electorales han demostrado un «rechazo masivo a las políticas del Gobierno de Pedro Sánchez y sus socios, a la ingeniería social, a la degradación institucional y del Estado de derecho, a la involución democrática, a la destrucción de la España de la Transición, a la pérdida del buen nombre y la influencia de España en el mundo».

«Los españoles ya no aguantan más», ha declarado Ayuso, quien ha vaticinado que «el deterioro político, moral y social de estos últimos años, a manos de ideologías totalitarias que nadie ha votado, ha llegado a su fin».

Muestra de ello es, según Ayuso, que «la ultraizquierda se ha debilitado en esta Cámara», dado que Podemos no logró representación. «Porque la fragmentación y el debilitamiento de España a manos de los nacionalistas, la presencia de los terroristas y sus cómplices en las instituciones, la impunidad de agresores sexuales, delincuentes habituales y socios con graves delitos no se soporta más», ha manifestado.

«Madrid es el rompeolas de las Españas y aquí empezó la reconquista de la libertad y de la España de todos. La tendencia ya es imparable», ha avisado Ayuso, en alusión a las próximas elecciones generales del 23 de julio.

También ha replicado a Pedro Sánchez de que «Bildu sí está gobernando España, y ellos y sus socios sí han buscado el desprestigio o el ninguneo de nuestras más altas instituciones».

«La Corona, los jueces, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y las Fuerzas Armadas, los funcionarios de carrera, la Administración consultiva; como también se ha hostigado desde el poder a periodistas, empresarios, a la oposición, o a cualquiera que criticase lo que ocurría o quisiera actuar en libertad», ha indicado.

A su juicio, «el buen nombre y el prestigio de España, la prosperidad de las nuevas generaciones, el orden constitucional, la convivencia, la libertad y la pluralidad están comprometidos».