Madrid, 16 may (EFE).- La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, tomará también esta semana el control del PP regional, un deseo perseguido desde hace meses que hizo estallar una crisis interna sin precedentes dentro del partido, ante la negativa de la anterior dirección nacional encabezada por Pablo Casado de que se hiciera con el mando orgánico y acumulara tanto poder.
Tras su inapelable victoria en las elecciones del 4 de mayo de 2021, Ayuso quiso presidir el PP madrileño y reordenar la formación de cara a las elecciones municipales y autonómicas de 2023, pero se encontró con el rechazo de Génova, que no solo no respaldó su candidatura sino que introdujo en la batalla por el control del partido al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida.
Pasados ya casi cuatro años desde la dimisión de Cristina Cifuentes y con Pío García-Escudero como presidente del PP regional, un puesto que inicialmente iba a ocupar hasta después de las elecciones de 2019, Ayuso se hará con el total control del PP de Madrid, con un equipo a su medida y sin las injerencias de Génova.
Con la salida de Casado, después de acusaciones cruzadas de espionaje y corrupción por el contrato relacionado con el hermano de Ayuso, la llegada de Alberto Núñez Feijóo puso fecha al esperado congreso autonómico el 20 y 21 de mayo, en el que la presidenta madrileña dará a conocer los nombres de quienes estarán al frente de la organización.
Ella misma ya ha avanzado que, aunque no habrá remodelaciones de Gobierno, solo de «cargos intermedios», será un momento de «renovación» del partido, del que previsiblemente saldrán Carlos Izquierdo (vicesecretario de Organización) o David Pérez (vicesecretario Territorial), consejeros del Gobierno señalados como «casadistas», junto con Enrique López.
Aunque Ayuso ha respaldado a todos sus consejeros, que continuarán al menos durante la legislatura actual, ha subrayado que «no va a olvidar» a quienes hayan puesto «en tela de juicio la honorabilidad del Gobierno».
En cualquier caso, la presidenta no incluirá a ninguno de ellos en la Ejecutiva del partido, puesto que quiere mantener a su Gobierno al margen de la formación y que «lo que ocurra en un organismo» no tenga por qué afectar al otro, por lo que estarán «centrados en su responsabilidad».
También ha asegurado que hará como Feijóo, que eligió «a los mejores y a los ganadores» para su Ejecutiva, y sobre el papel reservado al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, Ayuso ha precisado que tendrá el que quiera porque son un mismo equipo, mientras que el alcalde ha rechazado reclamar cualquier puesto, aunque ha asegurado que aportará su «granito de arena».
Además, la presidenta le ha defendido públicamente y ha asegurado que pondría «la mano en el fuego» por él en alusión al contrato de mascarillas del Ayuntamiento de Madrid durante la pandemia por la que Alberto Luceño y Luis Medina cobraron comisiones millonarias y que investiga la justicia.
Todo ello después de la dimisión de Ángel Carromero, exasesor de Almeida y cercano a Pablo Casado, además de exvicesecretario electoral del PP de Madrid, que dejó su puesto tras publicarse el presunto intento de espionaje a Ayuso desde la Empresa Municipal de la Vivienda.
Lo que sí que ha trascendido es que la secretaría general será para el actual portavoz del PP en la Asamblea de Madrid, Alfonso Serrano, quien pasará a ser la persona de la máxima confianza de Ayuso en Génova y sustituirá en el cargo a Ana Camins, cercana a Pablo Casado.
Además de algunos de los nuevos integrantes de la «renovada» Ejecutiva del PP de Madrid, Ayuso ha adelantado que reducirá la estructura del partido para así hacerla más «ágil», y que quiere enfocar el proyecto al municipalismo y a los distritos, por lo que también busca que sea cercana.
De esta forma, la atención al ciudadano será primordial y, en este sentido, Ayuso ya avanzó que le gustaría crear una oficina de Atención al Ciudadano.
La jefa del Ejecutivo madrileño también se ha puesto varios retos por delante, entre ellos, conquistar el sur de la región de cara a las próximas elecciones de 2023, apelando a que quiere sumar a su proyecto a personas «de todos los colores y de toda condición».
Todo ello se tratará en el congreso de los próximos 20 y 21 de mayo, donde el primer día los ‘populares’ hablarán del partido y se producirán las votaciones, y el sábado Ayuso va a hablar sobre el Madrid que desea el PP y «para qué quiere gobernar».